El amor como deuda
“No tengan deudas pendientes con nadie a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la Ley” (Romanos 13:8).
Hoy exploramos un pasaje importante de la Biblia que nos habla sobre el amor y las deudas. ¿Alguna vez te has sentido endeudado con alguien? Tal vez alguien te hizo un favor, te mostró amabilidad o te ayudó en un momento difícil. Hoy aprenderemos cómo podemos saldar esa deuda de amor hacia los demás, basándonos en Romanos 13:8.
Cuando el apóstol Pablo nos insta a no tener deudas pendientes con nadie, no se refiere necesariamente a deudas financieras, sino que es un llamado a ser conscientes de nuestras relaciones interpersonales. Debemos vivir en armonía con los demás y ser personas de palabra, que cumplimos nuestras promesas y nos comprometemos a amarnos mutuamente.
El versículo nos dice que la única deuda que debemos mantener es la de amarnos unos a otros. Imagina que cada acto de amor que mostramos hacia los demás es un pago en cuotas de esa deuda. Cuanto más amamos, más saldamos esa deuda. Sin embargo, a diferencia de las deudas financieras, esta es una deuda que nunca se agota; y cuanto más la pagamos, más crece.
Piensa en alguien que te haya ayudado cuando más lo necesitabas. Tal vez un amigo que estuvo a tu lado en un momento difícil o un familiar que te brindó apoyo incondicional. Imagina que esta persona te prestó una gran suma de dinero. ¿Cómo te sentirías al devolverle ese dinero? Seguramente te sentirías agradecido y contento de hacerlo. Del mismo modo, cuando amamos a otros, estamos devolviendo el amor y la gracia que hemos recibido de Dios y de aquellos que nos rodean.
Romanos 13:8 nos recuerda la importancia de vivir en amor y armonía con los demás. Al amar a los demás, estamos saldando una deuda que nunca se agota, y estamos obedeciendo el mandamiento de Dios de amar a nuestro prójimo. Así que sigamos amando, perdonando y siendo una luz para el mundo, cumpliendo así con la ley de amor que Dios nos ha dado.
Oración: Querido Dios, te agradezco por tu amor inagotable. Ayúdame a comprender la importancia de amar a los demás como tú me has amado.
