Fuego eterno
«Estos serán castigados con destrucción eterna, y serán arrojados lejos de la presencia del Señor y de su gloria y poder» (2 Tesalonicenses 1:9)
QUÉ TE PARECE SI HACEMOS UN VOLCÁN?
Para ello, necesitarás espuma de poliestireno, papel de periódico, cinta adhesiva, un frasco de vidrio, 500 gramos de yeso, 500 ml de agua, pintura marrón, gelatina en polvo, detergente, una cucharada sopera de bicarbonato de sodio y vinagre. Coloca el frasco de vidrio en el centro de la base de espuma de poliestireno y coloca las hojas de periódico a su alrededor, fijándolas con cinta adhesiva para formar la montaña. Después de mezclar el yeso con el agua, viértelo sobre las hojas de periódico. Una vez se haya secado, utiliza la pintura para pintar el volcán. A continuación, vierte los demás ingredientes en el frasco, dejando el vinagre para el final. El ácido del vinagre reaccionará con el bicarbonato, haciendo que el volcán empiece a «escupir lava».
Aunque popular, la creencia en un lago de lava y fuego donde la gente se quemará eternamente es un error. No existe ninguna base bíblica para creer en que los pecadores serán condenados a la tortura eterna. En la Biblia se reconoce que los muertos están dormidos y nada saben de lo que sucede aquí (Eclesiastés 9:5-6; 1 Tesalonicenses 4:13-I8) y que solo recobrarán el conocimiento en la resurrección (Lucas 14:14). Es decir, en este momento, los que duermen en el polvo de la tierra no gozan de recompensa ni de castigo (Salmo 115:17; 2 Pedro 2:4).
Pero ¿qué hay de la expresión «fuego eterno» o que uno se quemará «por los siglos de los siglos»? Estas expresiones se usaban con el significado de «mientras [la persona] viva» (Éxodo 21:6; 1 Samuel 1:22, 28). Es decir, después del juicio, el pecador habrá muerto para siempre y no volverá a existir. Así, esta muerte tiene consecuencias eternas y no significa un sufrimiento eterno. Dios es justo, pero también es misericordioso y compasivo. Entrega tu corazón a Cristo y pídele que te ayude a permanecer siempre
con él. ¡Pronto Jesús regresará y se llevará a sus hijos fieles a vivir con él por toda la eternidad!
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