¡Rey por siempre y para siempre!
“¡El Señor es rey por siempre y para siempre! Las naciones paganas desaparecerán de la tierra” (Salmo 10:16, Nueva Traducción Viviente).
¿Quién es el rey de las estrellas? El Sol. ¿Quién es el rey de la selva? El león. ¿Quién es el rey del fútbol? Bueno, algunos piensan que fue Pelé, Maradona o Messi. El Sol y el león tienen en común la “corona” de ser considerados estrellas muy destacadas en sus campos. El título de rey es una referencia obvia a una clase de personas que siempre ha existido en la Tierra, que ejercen poder y son el centro de atención. En un momento de la historia de los países sudamericanos, también tuvimos reyes. Algunos lugares en el mundo están gobernados por reyes, pero Dios es el más grande de todos. Él está por encima de cualquier rey que haya existido, exista o existirá.
Los reyes que conocemos gobiernan sobre un pequeño segmento de tierra. ¿Y Dios? “¡Canten un poema a Dios, porque él es el Rey de toda la tierra!” (Salmo 47:7).
Incluso los reyes de la Tierra adoran a algún dios. Pero Dios no hace eso. ¿Sabes porque? “Porque el Señor es Dios grande, el gran Rey de todos los dioses” (Salmo 95:3).
Un día, los reyes y los reinos de la Tierra pasarán. Y ¿qué revela el versículo de hoy acerca de Dios? “El Señor es Rey eternamente y para siempre” (Salmo 10:16, NBLA). ¿Cómo estás en el Reino de Dios? ¿Como un súbdito que lo ama o como un rebelde?
La Biblia es la Palabra de Dios para nosotros. Todo lo que nuestro Rey espera de nosotros, como buenos súbditos, está registrado en este libro. Con ella sabrás vivir en la sumisión a Dios, tu Rey.