Memoria de elefante
“Porque mis ideas no son como las de ustedes, y mi manera de actuar no es como la suya. Así como el cielo está por encima de la tierra, así también mis ideas y mi manera de actuar están por encima de las de ustedes. El Señor lo afirma” (Isaías 55:8, 9).
¿Alguna vez has escuchado la expresión “memoria de elefante”? ¿Sabes lo que quiere decir? Cuando alguien te llama así, quiere decir que tienes buena memoria. Los elefantes tienen algunas partes del cerebro muy desarrolladas (el hipocampo y los lóbulos temporales); por lo tanto, tienen la increíble capacidad de almacenar información. Pueden recordar las voces de las personas, los olores y las rutas migratorias durante décadas. Es decir, caminan varios kilómetros al día y saben exactamente dónde pueden conseguir agua y comida.
El versículo de hoy habla de los pensamientos de Dios. ¡El Señor tiene una memoria asombrosa! Él sabe todas las cosas relacionadas con nuestra vida, incluso antes de que naciéramos. Él conoce nuestros pensamientos (Salmo 139:4) y nuestro corazón (1 Reyes 8:39). También sabe todo sobre la naturaleza (Mateo 10:29, 30), y todo sobre el pasado y el futuro.
Pero, hay una cosa que Dios olvida: nuestros pecados (Isaías 43:25). Cuando te arrepientes, los confiesas y pides perdón sinceramente, Dios arroja tus errores a lo profundo del mar. ¿Sabes por qué? Por que su amor es más grande que cualquier cosa, más grande incluso que su memoria gigantesca.