“Para avergonzar a lo fuerte”
“Lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es” (1 Corintios 1:27, 28).
Entre los cristianos de los siglos II y III circulaban publicaciones que mezclaban hechos verídicos con leyendas piadosas. No obstante, en esos documentos uno se topa con declaraciones que te hacen reflexionar y también te hacen reír. Encontré una de ellas en una obra apócrifa titulada Los hechos de Pablo y Tecla. Esta obrita es citada por líderes cristianos muy influyentes en su época, como Hipólito, Orígenes o Eusebio, entre otros, lo cual hace muy probable que el documento haya sido escrito en el siglo II.
El caso es que un creyente llamado Onesíforo (quizás el mismo que aparece mencionado en 2 Tim. 1:16; 4:19) se enteró de que el apóstol Pablo iba a ir a Iconio. Como Onesíforo nunca había visto a Pablo, le pidió a Tito que le diera una descripción física del apóstol. Tito se la envió, y con ella en mano Onesíforo se puso en el camino que pasa por Listra, para comenzar así a ver qué transeúnte cuadraba con lo dicho por Tito. Según el documento, Pablo era “un hombre de baja estatura, cabeza puntiaguda, arqueado de piernas, robusto, de cejas fruncidas, nariz aguileña, lleno de gracia”.¹⁸⁷
El mismo Pablo se refiere a lo que alguien decía de él: “Hay quien dice que mis cartas son duras y fuertes, pero que en persona no impresiono a nadie” (2 Cor. 10:10, DHH). Sin embargo, ese hombre débil, flaco, de poco atractivo físico, fue el instrumento escogido por Dios para dar a conocer el evangelio “en presencia de los gentiles, de reyes y de los hijos de Israel” (Hech. 9:15). Tu apariencia física, la valoración que los demás hagan de ti, no definen lo que Dios puede y quiere hacer por tu medio.
La experiencia de Pablo demuestra que “lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es” (1 Cor. 1:27, 28).
¿Te sientes débil, menospreciado y poco útil? Entonces tienes todas las condiciones para que el Señor haga de ti el instrumento escogido para producir cambios en la vida de mucha gente. Tú puedes ser un nuevo Pablo.
187 J. K. Elliot, ed. The Apocryphal New Testament (Oxford: Oxford University Press, 1993), p. 364.
Amén, gracias mi Dios, porque siendo nada,me llamaste a ser digna delante ante tí, cumple tu plan e mi, y que tu propósito sea en mi. Amén