Matutina para Adultos | Jueves 11 de diciembre de 2025 | Como en los días de Noé

Matutina para Adultos | Jueves 11 de diciembre de 2025 | Como en los días de Noé

Matutina para Adultos

«Pero como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre, pues como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, […] y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del hombre» (Mateo 24: 37-39).

Cuando Jesús vuelva, los escritores, los guionistas y los productores de cine ya nos habrán propuesto todos los escenarios posibles sobre el fin del mundo: tras el regreso de los dinosaurios, las diversas invasiones de extraterrestres, la caída de meteoritos y los terremotos con tsunamis devastadores… hemos visto, entre otros, el apocalipsis nuclear, las catástrofes cibernéticas y, últimamente, el cambio climático y las pandemias.

Sin embargo, la mayor parte de los espectadores que se precipitan a acudir a los cines o se deleitan cómodamente en su casa ante sus pantallas para disfrutar del espectáculo de las guerras cósmicas o los diluvios apocalípticos de agua o de fuego… ¿Creen en serio que va a haber un fin del mundo? Y si lo creen, pocos se imaginan que podrían ser testigos de ese final evento, a pesar de que los científicos no paran de advertirnos de que, si el mundo sigue así, nuestros días están contados.

Los creyentes tenemos al menos tres razones para creer que este estado de cosas en el que vivimos tiene fecha de caducidad y de que Jesús volverá un día, sin duda más pronto de lo que muchos quisieran, para poner orden en este caos: Jesús lo ha prometido, las señales del fin se están cumpliendo, y los expertos confirman que este mundo avanza hacia su ruina.

Las actividades de las que habla Jesús en nuestra cita de hoy no son eventos alarmantes, sino que describen las acciones más ordinarias de la vida cotidiana y personal. Al contrario que los antediluvianos, que no comprendieron, no recelaron nada, no tuvieron ningún presentimiento de la catástrofe que se avecinaba, nosotros deberíamos tomar en serio las palabras de Jesús, que nos advierten de lo inesperado y repentino que puede ser el fin, en un mundo tan globalizado y fragilizado como el nuestro.

Si en cuestión de días, casi de horas, la pandemia de 2020 pudo paralizar una gran parte de la actividad de todo el mundo, es evidente que Jesús sabía de qué hablaba; «así será también la venida del Hijo del hombre».

Señor, no permitas que me deje entretener tanto por las rutinas de mi vida que tu venida me sorprenda. Deseo estar listo para que me lleves contigo, vengas cuando vengas, sea cuando sea.

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