Matutina para Adultos | Martes 18 de Marzo de 2025 | Entre palomas y serpientes

Matutina para Adultos | Martes 18 de Marzo de 2025 | Entre palomas y serpientes

Entre palomas y serpientes

«Yo los envío como ovejas en medio de lobos. Por tanto, sean astutos como serpientes y sencillos como palomas» (Mateo 10: 16, NVI).

En un mundo en el que abundan las personas capaces de ser «lobos» hasta para los lobos (!), el creyente equilibrado debe reunir virtudes que a primera vista parecen contrarias. En el caso concreto al que se refiere Jesús cuando pone en guardia a sus discípulos ante los eventuales peligros que les esperan, ¿cómo ser prudentes sin ser desconfiados y ser sencillos sin ser ingenuos?

Nadie suele reunir por naturaleza virtudes tan contrapuestas. Cultivarlas requiere un esfuerzo deliberado de equilibrio que exige una gran dosis de tacto y de sabiduría. Sin embargo, Jesús nos recuerda que un carácter equilibrado debe combinar ambos rasgos.

En el simbolismo animal, que es bastante universal, es difícil encontrar animales más opuestos. La paloma, especialmente la blanca, sencilla hasta en la armonía de sus líneas, ha inspirado a artistas de todos los tiempos que la han tomado como símbolo de inocencia, de pureza y de paz. La serpiente, percibida como antitética, sobre todo en el entorno bíblico, se ha asociado en general a la astucia, la perfidia y el engaño (ver Gén. 3: 1-6).

Para quienes tienen que vivir como ovejas en medio de lobos, la paloma carece de las aptitudes que necesitaría para asegurar su supervivencia en la lucha contra la adversidad. Le falta perspicacia, su combatividad es muy limitada, y casi su única defensa consiste en la huida. Por eso incluso la Biblia define a quien solo tiene esas características, en la persona de Efraín, como una «paloma atolondrada, sin inteligencia» (Ose. 7: 11, DHH) o, según otras versiones, «incauta, sin entendimiento» (LBLA), «tonta y necia» (NBV), «torpe» (NVI), o «ingenua» (LP).

Tener las cualidades de la paloma sin las de la serpiente simplemente acabaría haciéndonos desaparecer. Por otra parte, tener las cualidades de la serpiente sin las de la paloma sería dejar que la astucia nos convirtiera en seres desconfiados, viles y taimados. Jesús nos invita a aprender lo mejor de las dos.

Señor, en este mundo complejo en el que me toca vivir, te pido que me des la prudencia de la serpiente, cuando la situación lo requiera, y la sencillez de la paloma siempre.

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