“Los humildes volverán a alegrarse”
“Los humildes volverán a alegrarse en Jehová, y aun los más pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel” (Isaías 29:19).
No es nada sencillo saber si uno es humilde. Por lo general, solemos vincular la humildad a la pobreza, a la sumisión o a no hablar nunca bien de uno mismo. ¿Pero en esto consiste la humildad? Creo que la propuesta de la psicóloga June Tagney nos ayudará a tener una visión un poco más clara de esa invaluable virtud cristiana. Según Jane, la humildad tiene seis aspectos básicos:²⁴¹
Tener un concepto equilibrado de uno mismo (ni demasiado alto ni demasiado bajo);
Ser capaz de reconocer los errores y las limitaciones propios;
Estar abierto a ideas nuevas;
Mantener en perspectiva los logros y capacidades propios;
Estar relativamente poco centrado en uno mismo;
Saber apreciar diversas perspectivas.
Aquí tenemos una perspectiva amplia de lo que significa ser humilde; incluso considero que estos seis aspectos de la humildad constituyen también una guía para la genuina felicidad. De hecho, esa es la propuesta de Jesús: la humildad da felicidad.
Cuando una multitud estuvo con él en el monte, Mateo dice que solo los “discípulos se acercaron a él” (Mat. 5:1, LBLA). “Acercarse” para escuchar a Jesús siempre nos expone a un cambio de nuestra ética, de nuestra cosmovisión y, por supuesto, de nuestra alma. Por eso muchos prefieren oír de lejos, sin compromiso, para no ver amenazada su zona de confort. Acercarse a Jesús nos pone frente a enseñanzas que reducen a nada la egoísta lógica humana. A los que se acercan, Jesús les dice: “Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra” (Mat. 5:5, LBLA). Hace falta humildad para dejarse transformar; pero en esa transformación a manos de Jesús está la bendición.
Ser humilde es una propuesta de bendición para nosotros y para nuestro prójimo. La arrogancia de la sociedad del conocimiento, la sociedad del “gran yo”, con su visión cosificada, no nos deja entrever la oferta del Maestro. Pero hay felicidad en la humildad, porque “Dios salvará al de mirada humilde” (Job 22:29), porque los “humildes volverán a alegrarse en Jehová” (Isa. 29:19), porque así es Jesús, “manso y humilde corazón” (Mat. 11:29), porque los humildes “heredarán la tierra” (Mat. 5:5).
241 Citado por Mark R. McMinn, The Science of Virtue (Grand Rapids, Míchigan: Brazos Press, 2017), p. 101.
God Bless you