Matutina para Adultos | Sábado 14 de junio de 2025 | Motas en el ojo

Matutina para Adultos | Sábado 14 de junio de 2025 | Motas en el ojo

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Matutina para Adultos

«No juzguen, para que no sean juzgados. Porque con el juicio con que ustedes juzgan, serán juzgados; y con la medida con que miden, serán medidos. ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no miras la viga que está en tu propio ojo? ¿Cómo dirás a tu hermano: «Déjame sacar la paja de tu ojo», cuando tienes una viga en el tuyo?

¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano»

(Mateo 7: 1-5, RVC).

ué fácil es juzgar a otros y ver la mota en su ojo, antes que en el nuestro!

Creo que tomé conciencia por primera vez de la verdad de esta reflexión de Jesús cuando todavía era niño, un día en que había acompañado a mi abuelo a la ciudad a visitar a unos parientes.

En aquellos tiempos, una de las primeras cosas que nos enseñaban a los niños, a medida que íbamos creciendo en autonomía, era a atarnos debidamente los cordones de los zapatos. Eso era muchas décadas antes de que algunos jóvenes descubrieran que era cool (genial) llevar los cordones de las zapatillas de deportes desatados o simplemente arrancados.

Mi abuelo y yo atravesábamos un largo y estrecho puente de madera (me encantaba el ruido que los transeúntes hacíamos al pisar las tablas), cuando él detuvo a un señor que venía en sentido contrario y, amablemente, le hizo la observación siguiente:

—Caballero, lleva usted los cordones de un zapato desatados. A lo que el interpelado respondió, con una sonrisa:

—Muchas gracias, señor. Usted lleva desatados los cordones de los dos.

Jesús apela a la imagen de la mota (o paja) y la viga para hacer resaltar la incongruencia que hay en fijarnos en las faltas de los demás mientras los ojos de nuestro ego están cegados por las nuestras. De ahí su sabio consejo: «Libérate primero de la viga que te nubla la visión. Después verás bien y podrás, con delicadeza y amor cristiano, ayudar a tu hermano a sacarse la motita del ojo que tanto te molesta a ti». No pasemos por alto la ironía de la hipérbole utilizada por Jesús, que había sido casi toda su vida carpintero, y para quien colocar vigas para sostener tejados fue una de sus tareas más frecuentes.

Señor, saca de mis ojos hoy las vigas que los ciegan y dame el amor que necesito para liberar a mis hermanos de algunas de sus motas.

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