Perseverantes
“Las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que, por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza” (Romanos 15:4).
Pablo dice que el Autor de la Palabra nos acompaña a través de sus escritos para que tengamos esperanza. Son indispensables la paciencia y la perseverancia. La paciencia no es solo una resignación pasiva, es también una virtud activa, una valiente perseverancia y persistencia que no se conmueve por temor al mal o al peligro.
El término “perseverancia” significa constancia y tesón, y se refiere a la capacidad para iniciar y continuar con firmeza, pese a las dificultades y los impedimentos. Perseverante es aquel que se empeña en llegar a una meta cueste lo que costare y sin importar pagar el precio. “El modo eficaz de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura”, dijo Miguel de Unamuno. Por su parte, Thomas Carlyle sostuvo que “la permanencia, la perseverancia y la persistencia a pesar de todos los obstáculos, el desánimo y las imposibilidades es lo que distingue al alma fuerte de los débiles”.
Thomas Alva Edison, el gran científico estadounidense, fue el inventor de la lamparita eléctrica. No podemos negar que tenía una mente brillante, a punto tal de haber patentado más de 1.300 inventos, destacándose, entre otros, el telégrafo, el micrófono de carbón, la batería de níquel de hierro, el mimeógrafo y el dictáfono. Sin embargo, nada le resultó fácil. Necesitó mucha paciencia y perseverancia.
A los ocho años ingresó en la escuela, y solo tres meses después su madre tuvo que retirarlo pues lo consideraron un alumno poco productivo y con cierto nivel de retraso. A los doce años comenzó a trabajar como vendedor de periódicos. Edison investigó, al menos, 300 teorías para desarrollar una lámpara incandescente eficiente.
El científico probó cientos y cientos de otros materiales para crear el filamento, incluidas las fibras de unas 6.000 plantas distintas. La perseverancia tuvo su premio en 1880, cuando obtuvo una lamparita incandescente de alta resistencia de 16 watts, que duraba encendida hasta 1.500 horas. Cuando dio a conocer al mundo el proceso por el cual lo había conseguido, expresó: “No fueron mil intentos fallidos, fue un invento de mil pasos”.
Jesús mismo nos mostró el camino con su propia vida, porque solo el que persevera hasta el fin será salvo (Mat. 24:13). “Los elementos del carácter que a un hombre le dan éxito y honra entre los hombres: el deseo irreprimible de un bien mayor, la voluntad indomable, el arduo ejercicio, la perseverancia incansable, no serán extirpados, sino dirigidos por la gracia de Dios a objetos tanto más elevados que los intereses egoístas y temporales como los cielos son más elevados que la Tierra” (Elena de White, Consejos para los maestros, p. 22).