“Creados en Cristo Jesús para buenas obras”
“Somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas” (Efesios 2:10).
Cuando solemos hablar de la generación del milenio, uno tiende a pensar que son jovencitos de doce a dieciocho años; sin embargo, ya esto dista mucho de ser así. Los millenials son todos los que nacieron en las dos últimas décadas del siglo XX, y me parece que muchos de ellos leerán este libro. Los sociólogos aseguran que algunos de los rasgos distintivos de esta generación son la frustración y la falta de un propósito concreto para la vida. Esto hizo que en 2019 el Ejército Británico lanzara una campaña de reclutamiento para, según el ministro de defensa del Reino Unido, darle a dicho sector poblacional un trabajo y un propósito para la vida.
Lo extraño es que la estrategia que usaron para llamar la atención de ese grupo generacional fueron los insultos. Paradójico, ¿verdad? Pero eso fue lo que hicieron. Publicaron carteles que decían: “Zombis del celular”, “Copos de nieve” (un término peyorativo para referirse a los que se creen únicos), “Adictos a las selfis”, entre otros. Ahora bien, el asunto no termina ahí. Tras presentar el insulto, los afiches entonces resaltaban un punto fuerte de cada debilidad, con frases como: “El ejército te necesita a ti y a tu concentración”, “El ejército te necesita a ti y a tu compasión”, “El ejército te necesita a ti y a tu confianza”. Los comandantes británicos sabían que todos tenemos debilidades, pero también que todos tenemos fortalezas. Los millenials pueden parecer zombis del celular, pero son buenos para concentrarse.
Me gusta pensar que el Señor quiere que nos unamos a sus filas porque él también ve en nosotros fortalezas que serían de mucho provecho en su causa. De hecho, con independencia de todos los defectos que tengamos, nuestro Padre celestial nos ha dotado de habilidades especiales y únicas. El apóstol Pablo nos asegura que “somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas” (Efe. 2:10). Fuimos creados para hacer el bien; desde la eternidad el Señor preparó las buenas obras que cada uno de nosotros ha de realizar.
No permitamos que el enemigo nos haga creer que somos un caso perdido, que tenemos muchas debilidades, que no somos útiles. Dios nos quiere en su ejército, porque ve en nosotros posibilidades infinitas.
Gracias