«Salmos, himnos y cantos espirituales» —Segunda parte—
«Canten y alaben de todo corazón al Señor» (Efesios 5: 19).
Como vimos ayer, los «salmos, himnos y cantos espirituales» son tres géneros musicales que el apóstol Pablo recomendó para nuestra adoración a Dios. Hoy consideraremos algunas pautas para elegir la música apropiada. Pero antes, debemos entender por qué este tema es importante.
Como adventistas del séptimo día, creemos que Dios ha levantado a este movimiento para preparar a su pueblo para la segunda venida. En este contexto, el libro del Apocalipsis presenta a la adoración como el tema más importante del tiempo del fin. El primer ángel de Apocalipsis 14 proclama: «Teman a Dios y denle alabanza, pues ya llegó la hora en que él ha de juzgar. Adoren al que hizo el cielo y la tierra, el mar y los manantiales» (vers. 7). De manera similar, el tercer ángel declara: «El que adore a la bestia y a su imagen, y acepte llevar su marca en la frente o en la mano, también beberá del vino de la ira de Dios» (vers. 9, 10, RVC). Esto significa que nuestras decisiones en el tema de la adoración pueden definir nuestro destino eterno. Aquí es donde entra en juego la música, que ocupa un lugar prominente en nuestra adoración a Dios. Elegir la música adecuada para adorar a Dios es parte fundamental de nuestra preparación para su venida.
Entonces, ¿qué tipo de música le agrada a Dios? Si tomamos como modelos de nuestra adoración a los «salmos, himnos y cantos espirituales», debemos reconocer que el mensaje de la música que escuchamos o cantamos debe ser coherente con las Escrituras. ¿Conoces alguna canción que tenga una teología contraria a la Escrituras? Me llega una a la mente: «Ya no llores por mí, estoy en un lugar lleno de luz…». Estas letras pertenecen al coro de Yo te extrañaré. No me malentiendas, no dudo de las buenas intenciones de sus compositores, que no comparten nuestra comprensión de las Escrituras, pero no creo que sea una música adecuada para quienes conocemos la doctrina bíblica del estado de los muertos.
¿Puedes recordar otros ejemplos de canciones que no contengan una teología bíblica? ¿Qué te parece si a partir de hoy decides comprobar si el mensaje de la música que escuchas está apegado a la Palabra? Dios recompensará cada esfuerzo que hagas en tu preparación para su venida.