La sombra de Pedro
«Y sacaban los enfermos a las calles, poniéndolos en camas y camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos» (Hechos 5: 15).
¿Que alguien sanó porque entró en contacto con la sombre de Pedro? ¿Por qué no? Si alguien pudo resucitar cuando su cuerpo entró en contacto con los huesos de Eliseo (2 Reyes 13: 21); si una mujer sanó cuando tocó el manto de Jesús (Lucas 8: 46); si los enfermos recuperaban la salud al colocar sobre ellos algunas prendas de ropa que Pablo había tocado (Hechos 19: 11, 12), ¿por qué la gente no podría sanar al ponerse en contacto con la sombra de Pedro?
Después de todo, no era la sombra de Pedro precisamente la que sanaba a los enfermos, y él hubiera sido el primero en reconocerlo (lee Hechos 3: 11-13). Eran los rayos sanadores del Sol de justicia los que realizaban los milagros, y Pedro solo era el instrumento por medio de quien él obraba. Dios es soberano, y tiene derecho a usar los medios que quiera para manifestar su poder.
Todos nosotros, queramos o no, proyectamos sombras: la influencia que ejercemos sobre los demás. Tal como lo dice el apóstol Pablo: «Ninguno de nosotros vive para sí mismo» (Romanos 14: 7). No podemos evitarlo. Pero sí podemos determinar qué clase de sombra vamos a proyectar. Jesús es «la luz verdadera» (Juan 1: 9) y podemos elegirlo para que sea la fuente de nuestra sombra. Pero nunca debemos olvidar que Satanás también puede ser la fuente de la sombra de alguien, puesto que es capaz de transformarse en «ángel de luz» (2 Corintios 11: 14).
¿Qué clase de influencia ejerces sobre los que te rodean? ¿Es la influencia que tiene por fuente los rayos sanadores del Sol de justicia, o los rayos engañosos de Satanás, disfrazado de ángel de luz?
Es posible que Jesús nunca te use para llevar a cabo un milagro de sanidad como realizó por medio de Eliseo, Pedro y Pablo, pero Dios siempre usa a los que se entregan a él como instrumentos para conceder sanidad espiritual a las almas enfermas.
Hoy tu vida va a impactar las de otros. ¿Qué clase de influencia vas a ejercer? Ora a Dios para que el paso de tu sombra sea de bendición para los demás.
