Quedada
Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue a hacer la guerra contra el resto de la descendencia de ella, contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. Apocalipsis 12:17.
Pienso que el cristianismo tiene mucho que ver con palabras como amar, ser empático, comprometerse, hacer misión, solidarizarse y quedar. ¿Quedar? Sí, quedar. Déjame explicártelo.
La palabra “quedar” tiene su origen en el latín. En esa lengua significaba “estar quieto”. De ahí que “quedar” y “tranquilo” sean de la misma familia. Por eso, se identifica con la actitud individual de un cristiano. Un cristiano es alguien prudente, equilibrado, que rehúye conflictos porque tiene espíritu pacificador. No debemos confundir este concepto con el de sumisión. Es una tranquilidad con ideario, un saber hacer las cosas bien, de forma ponderada. Por eso Pablo define al responsable de una iglesia como “hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo” (Tito 1:8).
Además, “quedar” hace referencia a los que finalmente se mantienen en la fe. Vivimos tiempos revueltos, en los que parece que todo da igual. La asimilación cultural es como un tsunami que arrasa lo que pilla por delante, incluso el cristianismo. Es una lucha tan cotidiana que pensamos que no estamos en guerra. Pero el mundo necesita que haya gente que mantenga la verdadera identidad de los mensajes de Jesús. Primero, la fe en Cristo, que da testimonio del Espíritu Santo participando de nuestras vidas. Segundo, la protección y la defensa de las palabras de Dios, mandamientos para que todo funcione adecuadamente. Y este no es un asunto menor. Somos los depositarios de una verdad tan preciosa como necesaria. Debemos mantenernos para que las palabras amar, ser empático, comprometerse, hacer misión y solidarizarse sigan teniendo sentido. Como dice Apocalipsis, el Enemigo está enfocado en desenfocarnos de nuestra identidad. Aférrate a Jesús, porque el mundo necesita que te quedes junto a él.
Por último, la palabra “iglesia” significa “quedar”. Quedar, porque hemos sido convocados; quedar, porque hay cosas que hacer; y quedar, porque sería espectacular ver juntos la Segunda Venida del Rey. ¿Para qué hemos sido convocados? Para fortalecer nuestro carácter, para que con el apoyo de los hermanos crezcamos en tranquilidad e identidad. ¿Qué cosas hay que hacer? Multitud. Para empezar, hay mucha gente que necesita esperanza. ¿Por qué sería espectacular ver juntos la Segunda Venida? Muy fácil, porque será la mejor “quedada” de la historia y sería deseable que la viviésemos con nuestra gente.
El tiempo se acerca, está claro tal como se ve la cosa, y debemos quedar. Esto es, aportar calma y consuelo, aportar identidad y aportar esperanza.
