Matutina para Jóvenes | Lunes 15 de Mayo de 2023 | El versículo preferido

El versículo preferido

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas. Josué 1:9.

Después de décadas de asistir a la iglesia he comprendido algunas cosas. Por ejemplo, que a los niños les gusta sentirse incluidos en los sermones. Les gusta saber que el Señor también les dedica un tiempo. También he detectado que las personas mayores viven la juventud en sus corazones y anhelan continuar siendo útiles. Hemos, por tanto, de favorecer la convivencia de las diferentes edades. Además, he percibido que los matrimonios jóvenes son muy proclives, por su interés en la educación de sus hijos, a renovar su relación con la iglesia. Pero hay algo que me ha resultado muy curioso a lo largo de estos años, y tiene que ver con los bautismos de los adolescentes. Hay una gran cantidad de muchachos que eligen Josué 1:9 como versículo preferido. Pensé que era porque es un versículo que se repite mucho en la Escuela Sabática o en el Club de Conquistadores, pero hay algo más.

Los adolescentes viven la búsqueda de su identidad y luchan constantemente por superar sus incertidumbres. Por eso les gusta que el Señor les pida que se esfuercen. Las hormonas los hacen perezosos, pero el mandato a que sean constantes los anima a ser más activos. También les viene bien que se los anime a que sean valientes, porque sus momentos de duda son realmente existenciales. Pedirles que no teman ni se desanimen les hace mucho bien. Pero creo que lo más relevante es que tengan la constancia de que Dios es su Dios. El Señor es su amigo y los acompañará allá donde ellos lo necesiten. Eso es muy sano para ellos.

Debemos continuar recordando la historia de Josué, es algo que te proporcionará estabilidad. Los niños, los muchachos y los jóvenes no son, no eres, la iglesia del futuro sino la iglesia del presente. Es más fácil vivir las promesas de Dios si, en casa, nuestros padres también las viven. Recordemos que en la iglesia somos una familia (seámoslo), que todos tenemos algo que aportar (y disponer de oportunidades), que todos nos necesitamos. Así la iglesia contará con jóvenes dinámicos y amantes de la aventura y la misión. Con jóvenes padres que repetirán las historias de la Biblia y, cómo no, Josué 1:9. Con adultos ocupados en ambientes de bondad. Con ancianos de corazón eterno que esperan ser renovados. Recuerda, la iglesia de Cristo es el espacio donde todos cabemos y donde todos crecemos. Y, por supuesto, tú también.

Otro día comentaremos Timoteo, el segundo en el ranking de versículos. También merece una reflexión.

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