¿Qué has hecho hoy?
«Al contrario, anímense unos a otros cada día, mientras dura ese “hoy” de que habla la Escritura, para que ninguno de ustedes sea engañado por el pecado y su corazón se vuelva rebelde» (Hebreos 3: 13).
El siguiente poema nos exhorta a organizar nuestras vidas de modo que no la desperdiciemos en sueños y fantasías fugaces. En cambio, nos invita a practicar diariamente las virtudes de la vida cristiana que ennoblecen nuestra existencia.
Haremos mucho en los años venideros,
pero ¿qué hemos hecho hoy?
Daremos nuestro oro en sumas principesas,
pero ¿qué hemos dado hoy?
Daremos ánimo y enjugaremos lágrimas,
con esperanza aplacaremos los temores,
diremos afectuosas palabras de aliento,
pero ¿qué hemos dicho hoy?
Seremos muy amables después,
pero ¿lo hemos sido hoy?
Llevaremos una sonrisa a cada vida solitaria,
pero ¿qué hemos llevado hoy?
Daremos a la verdad mayor alcance,
y a la sólida fe mayor valía
Alimentaremos a las almas hambrientas,
pero ¿a quién hemos alimentado hoy?
Pronto cosecharemos alegría,
pero ¿qué hemos cosechado hoy?
Construiremos castillos en el aire,
pero ¿qué hemos construido hoy?
Es grato regodearse en sueños ociosos,
pero ¿hacemos nuestra tarea aquí y ahora?
Sí, esto es lo que debemos preguntar,
¿qué hemos hechos hoy?
—Nixon Waterman
¿Qué hemos hecho hoy para acercarnos más a Dios y para impactar positivamente la vida de los demás? Nos comprometemos a lograr grandes cosas en el futuro, pero no debemos pasar por alto las oportunidades del presente. No deberíamos posponer el amor, la bondad y la compasión hacia nuestros semejantes, pues hoy es el día en el que podemos marcar la diferencia.
Y tú, ¿qué has hecho hoy? ¡No esperes más! Es hora de actuar, pues «ahora es el momento oportuno. ¡Ahora es el día de la salvación!» (2 Corintios 6: 2).