Cómo encontrar y conservar amigos
«El amigo ama en todo momento; en tiempos de angustia es como un hermano» (Proverbios 17: 17, RVC).
Todos en algún momento de nuestras vidas hemos pasado por alguna circunstancia en la que hemos necesitado un amigo. Los griegos antiguos lo simbolizaban con un joven que llevaba en su ropa las palabras «invierno y verano», para mostrar que un amigo verdadero está en las buenas y en las malas. Un amigo verdadero nos acepta como somos y nos perdona. Con él estamos cómodos y seguros. Señala nuestras debilidades con amor y nos ayuda a mejorar. Pero ¿cómo podemos encontrar y conservar a esos amigos verdaderos? La Biblia nos da algunos consejos:
Busca amigos que amen a Dios. La Biblia dice: «Júntate con sabios y obtendrás sabiduría; júntate con necios y te echarás a perder» (Proverbios 13: 20). Los amigos que comparten nuestra fe nos ayudarán a crecer espiritualmente y nos animarán a seguir por el camino correcto.
Sé un amigo leal. Nuestro texto de hoy dice: «El amigo ama en todo momento; en tiempos de angustia es como un hermano» (Proverbios 17: 17, RVC). Los amigos leales no abandonan ni traicionan a sus amigos, sino que los apoyan y defienden en las buenas y en las malas.
Sé un amigo sincero. La Biblia dice: «Más se puede confiar en el amigo que hiere que en el enemigo que besa» (Proverbios 27: 6). Los amigos sinceros no ocultan la verdad ni halagan falsamente, sino que dicen lo que piensan con amor y respeto, buscando el bien de sus amigos.
Sé un amigo generoso. La Biblia dice: «Al que es dadivoso y desprendido, todo el mundo lo busca y se hace su amigo» (Proverbios 19: 6). Los amigos generosos no son egoístas ni tacaños, sino que comparten lo que tienen y dan sin esperar nada a cambio.
Busca y cultiva la verdadera amistad, esa que se basa en el amor de Dios y refleja su carácter. Jesús dijo: «El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos» (Juan 15: 13). Jesús es nuestro mejor amigo, el que dio su vida por nosotros y nos llama sus amigos si hacemos lo que él nos manda (Juan 15: 14). Sigue su ejemplo y sé un amigo fiel, sincero, leal y generoso. Así podrás disfrutar de una amistad duradera y bendecida.