Sostenibilidad
Decía a gran voz: ¡Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. Adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas! Apocalipsis 14:7.
En el mismísimo centro del mensaje de los tres ángeles encontramos una razón para ser creacionistas y, a la vez, ecologistas. Creacionistas porque, en este mundo de normalización del evolucionismo, tenemos algo que decir sobre Quién hizo el cielo, la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. Ecologistas, porque nos oponemos a la destrucción de la vida, sea cual sea su tipo, por intereses materialistas y cortoplacistas. Y, en ese sentido, tenemos mucho más que decir. Lo hicimos con relación a la salud de las personas, pero hemos de implicarnos más en la salud del planeta. Por ello, para que desarrolles tu solidaridad en ese sentido, te paso algunas ideas (no son mías sino de la ONU). Piénsatelo y aplica lo que puedas.
1. No malgastes innecesariamente. Es tan fácil como controlar el agua que usas. No emplear más agua potable de la que necesites (cierra los grifos cuando no estés necesitando el agua, dúchate de forma rápida). O no emplear más energía de la necesaria (gasta menos en iluminación, aísla bien tu vivienda para que no se pierda calor, no tengas el aire acondicionado a temperaturas extremas). O reducir el empleo de papel (imprimiendo en doble cara, usando el correo electrónico), de plásticos, de disolventes. Consumir menos (ir a comprar con la lista de lo que te hace falta, no dejarse manipular por la publicidad).
2. Reutiliza todo lo que puedas. Convierte botellas de plástico en macetas. Utiliza el agua que has empleado al lavar la fruta para regar plantas. Realiza compostaje de tus desechos orgánicos.
3. Recicla cada día. Haz una recogida selectiva de los residuos (compáctalos para que ocupen menos). Recicla pilas, ordenadores, aceite y bombillas.
4. Emplea energías alternativas. Infórmate sobre el uso adecuado de las energías alternativas. Emplea aparatos que usen energía solar. Compra electrodomésticos eficientes y de bajo consumo.
5. Educa en el respeto al planeta. Dios nos colocó en un jardín y debemos enseñarles ese mensaje a los que nos siguen. No somos los dueños de este mundo, es Dios, y él lo diseñó de una forma muy diferente. Respetar el planeta es respetar a Dios como creador. Hay que superar el simple materialismo y el consumismo y proponer modelos de vida más cercanos a lo que será la Nueva Tierra.
Adoremos con nuestras palabras y, especialmente, con nuestros hechos a Aquel que hizo el cielo, la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.