Calendario laboral
Te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus poblaciones. Durante siete días celebrarás la fiesta solemne en honor de Jehová, tu Dios, en el lugar que Jehová escoja, porque te habrá bendecido Jehová, tu Dios, en todos tus frutos y en todas las obras de tus manos, y estarás verdaderamente alegre. Deuteronomio 16:14, 15.
Cada año, en el último trimestre, suele publicarse el calendario laboral del año siguiente. Resulta muy divertido que a la noticia se la titule “Calendario laboral”, porque lo que aparece más resaltado y lo que más se comenta son los días festivos que va a haber. Entiendo que debiera llamarse “Calendario festivo”, pero esa definición afearía la imagen de los países y es lógico que no deseen parecer poco trabajadores. Los países con más días festivos en el mundo son la India y Colombia (18 días). Aunque te parezca mentira, los siguen Japón y Corea del Sur, con 16 días feriados. Argentina y Chile tienen 15 días y España, 14. Y algunos son muy curiosos. Por ejemplo, en Japón, el segundo lunes de enero se celebra el Seijin no hi, que es el “Día de los Adultos”, cuando los jóvenes que han cumplido veinte años son convocados para comunicarles que ya tienen derechos y obligaciones. En el Día Nacional de Australia (26 de enero), una de las actividades favoritas es la de lanzar atunes. El récord está en 37,23 metros.
Pues bien, el calendario festivo que Dios había dado al pueblo hebreo constaba de siete fiestas solemnes que sumaban un total de 20 días feriados. Y es que al Señor le gusta que disfrutemos juntos, que nos reunamos con alegría. Él fue el que inventó lo de descansar de las preocupaciones materiales una séptima parte de nuestro tiempo. Y los años sabáticos. Y los jubileos. Y, cómo no, las fiestas. Es muy curioso, porque la palabra en hebreo que se refiere a estos eventos (hag) suena muy parecido a una carcajada y en Deuteronomio 16 se registra en bastantes ocasiones. Los hebreos celebraban con alegría la Fiesta de la Independencia de Egipto (Pascua y Panes sin Levadura), cuando Jehová, el Libertador, los sacó de la esclavitud. Y la Fiesta de las Primeras Cosechas, porque Dios los bendecía con los productos del campo. Y su especial Fiesta de Acción de Gracias, cuando reconocían lo que les había ido mal, se arrepentían y se iban de acampada para celebrarlo. Y todo, con mucha alegría.
Creo que debiéramos incorporar el Espíritu del calendario divino, ¿no te parece?