
Camino de amor en Judea
“Pero Jesús les dijo: ‘Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino del cielo pertenece a los que son como estos niños’ ”. Mateo 19:14.
Se despertaron antes del amanecer y ya se pusieron sus túnicas más bonitas.
-¡Mamá, mamá! Hoy es el día que veremos a Jesús; ¡vamos rápido!
¡Ah, cuán apurados estaban esos niños! La mamá sonrió y acarició el cabello negro de uno de sus hijos. Se organizaron y, después de la oración de la mañana y el desayuno, salieron por las calles de Judea.
Enseguida vieron a la multitud. ¡Era un mar de gente! Los niños se espantaron: ¿cómo se acercarían a Jesús? Esos valientes niños y sus mamás no desistieron fácilmente. El grupo enfrentó a la multitud y se fue acercando cada vez más al lugar de donde venía esa voz tan amable y fuerte del Maestro. Algunos hombres le estaban haciendo preguntas, y él siempre las respondía con sabiduría. De pronto, ya cerca del Maestro, algunos discípulos les dijeron a los niños que no podrían avanzar más…
¿Y ahora? ¡Habían caminado tanto! Los niños comprendían que Jesús necesitaba descansar o ir a otras ciudades a ayudar a la gente… ¡pero deseaban tanto la bendición! ¡Deseaban abrazar a Jesús
Jesús conoce nuestro corazón, y él notó lo que estaba sucediendo. Ordenó: “Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan!”. Entonces, el Maestro compartió con la multitud, al presentar a aquellos felices niños que ahora estaban a su lado, que para ser ciudadanos del Cielo necesitamos tener el amor, la perseverancia y la esperanza que las niñas y los niños generalmente tienen.
MI ORACIÓN: SEÑOR, AYÚDAME A APRENDER TODOS LOS DÍAS A SER AMABLE, BONDADOSO Y PERSEVERANTE.
AMABILIDAD: CUALIDAD DE UNA PERSONA AMABLE, AFECTUOSA, QUE TRANSMITE CARIÑO Y CUIDADO A LOS DEMÁS.