Un topo dormilón
“Vengan a mí todos ustedes que están cansados […], y yo los haré descansar” Mateo 11:28.
¿Alguna vez jugaste tanto que te cansaste mucho? ¿Estabas tan cansado que te costaba mantener los ojos abiertos? A veces, eso te puede pasar de repente.
Eso es lo que le ocurre al topo marsupial de Australia. Este pequeño animal está excavando muy ocupado bajo tierra cuando, de repente y sin previo aviso, se queda dormido. Tras unos minutos de descanso, se despierta y sigue cavando, antes de volver a dormirse. Nadie sabe por qué el topo marsupial hace esto, pero debe ser divertido verlo: cavar, cavar, cavar, roncar, cavar, cavar, roncar…
Este pequeño topo trabaja todo el día, y solo descansa en esas breves y extrañas ráfagas de sueño entre excavación y excavación. De alguna manera, esas pequeñas horas de sueño le son suficientes para recargar la energía necesaria para seguir adelante.
Jesús sabía que los niños y los adultos también necesitan descansar, y por eso nos dio el sábado. Seguramente tu mamá y tu papá no van a trabajar el sábado, y tú tampoco vas a la escuela. Es un tiempo especial en el que detenemos nuestras actividades cotidianas y pasamos tiempo con Jesús.
Los niños también pueden estar tan ocupados y cansados que se duermen en la escuela o en el parque. El sábado es un tiempo especial para relajarte y pasar tiempo especial con Jesús y tu familia. ¡Aprovéchalo!
Vicki