Lo profundo del mar
“Tú […] has perdonado todos mis pecados” Isaías 38:17.
¿Alguna vez hiciste algo que sabías que no debías hacer y luego pediste perdón? ¿Qué pasa si no te “sintieses” perdonado? ¿Seguirías pidiendo perdón?
La Biblia dice que cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y le pedimos a Dios que nos perdone, él los arroja “a las profundidades del mar”.
No, no hay una pila de pecados en el fondo del océano. Dios nos estaba diciendo que cuando le pedimos perdón, él se lleva nuestros pecados, y nunca tenemos que volver a verlos.
El mar es muy, muy profundo; tan profundo, de hecho, que los humanos no podemos llegar al fondo. Esto se debe a que la presión del agua es tan fuerte que, incluso a media profundidad, te aplastaría como a un muñeco.
La parte más profunda del océano está en el Pacífico, cerca de Guam. Se llama la Fosa de las Marianas y es casi como si hubiera un agujero enorme en el fondo del océano. Este agujero desciende hasta los 10.994 metros.
Es difícil para mí imaginar lo profundo que es el océano en la Fosa de las Marianas. Pero mucho más lejos se lleva Jesús nuestros pecados cuando le pedimos perdón. Él no trata de traerlos de vuelta, y nosotros tampoco deberíamos. Confía en él. Cuando dice que perdona nuestros pecados, ¡lo dice en serio!
Vicki