¿Un perro inútil?
“No juzguen a otros, y Dios no los juzgará a ustedes. No condenen a otros, y Dios no los condenará a ustedes. Perdonen, y Dios los perdonará” Lucas 6:37.
Dixie y Lowell acababan de mudarse a una granja de Virginia con su hija de 2 meses y su hijo de 4 años. Por seguridad, Lowell quería regalarle a Dixie un perro grande. Así que buscaron y regatearon hasta que consiguieron un precioso macho dálmata de gran tamaño. Lowell se sentía mejor dejando a su familia sola todo el día mientras Duke, el dálmata, estuviera vigilando.
Pero Duke no tenía ninguna intención de ser un perro guardián. Era mucho más feliz corriendo detrás de los patos del estanque y yendo a robar los huevos de las gallinas de los vecinos más cercanos. Lowell y Dixie se sintierondecepcionados y regalaron a Duke a un granjero cercano.
De vez en cuando, Dixie y Lowell veían a Duke por la carretera cuando pasaban por delante de la casa de su vecino, y a veces volvía para visitarlos y perseguir a los patos. Pero no oyeron ninguna queja de su vecino. De hecho, unos meses después de regalar a Duke, el granjero los visitó y elogió su regalo. ¿Sabes por qué? La hija del granjero salió a pasear por el bosque y no volvió a tiempo para la cena. Estaban tan preocupados que estuvieron llamando y buscándola sin parar. Casi habían perdido la esperanza cuando vieron a Duke sacando a su hija del oscuro bosque.
Para Dixie y Lowell ese perro era inútil; pero para la familia del granjero, Duke era un héroe.
Al igual que Dixie y Lowell se equivocaron con el dálmata, cuando nosotros no conocemos el corazón de una persona, podemos equivocarnos sobre su carácter. Juzgar si una persona es buena o mala no es tarea nuestra, sino de Jesús. ¿No te alegra saber eso?
Dee