Matutina para Menores | Martes 30 de Mayo de 2023 | Moisés en el Nuevo Testamento

Moisés en el Nuevo Testamento

“Nunca más hubo en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor hablara cara a cara” (Deuteronomio 34:10).

Moisés es bien recordado en cada pasaje del Nuevo Testamento que lo menciona. El impacto de su vida fue tan grande en la historia de Israel que es el personaje del Antiguo Testamento más mencionado en el Nuevo Testamento. Los judíos lo tenían en alta estima. Pero muchas veces solamente lo citaban, sin obedecer lo que él mismo había enseñado. Jesús les recordó a los judíos que el mensaje de Moisés y el suyo no se contradecían, sino que se complementaban.

Si ellos realmente hubieran prestado atención a Moisés, hubieran reconocido a Jesús como el Mesías y hubieran estado dispuestos a obedecerlo. Jesús dijo: “No crean que yo los voy a acusar delante de mi Padre; el que los acusa es Moisés mismo, en quien ustedes han puesto su confianza. Porque si ustedes le creyeran a Moisés, también me creerían a mí, porque Moisés escribió acerca de mí. Pero si no creen lo que él escribió, ¿cómo van a creer lo que yo les digo?” (Juan 5:45-47).

El último libro de la Biblia relaciona el ministerio de Moisés con el de Jesús, en el sentido de que ambos sacrificaron su comodidad por el bien de los demás. Moisés, para conducir a Israel a Canaán; Jesús, para llevarnos a la Canaán celestial. En su momento, ninguno de los dos fue muy apreciado, pero ambos comparten el Reino ya como anticipo de lo que vivirán sus seguidores. Por eso, el Apocalipsis habla del “cántico de Moisés y el Cordero” como la alabanza a Dios que los redimidos de todas las épocas cantarán en el reino de los cielos. “Cantaban el canto de Moisés, siervo de Dios, y el canto del Cordero. Decían: “Grande y maravilloso es todo lo que has hecho, Señor, Dios todopoderoso; rectos y verdaderos son tus caminos, oh Rey de las naciones” (Apoc. 15:3).

¿Te gustaría unirte a ese coro y alabar a Dios con esa canción? Ser amigo de Jesús es el camino.

Comparte este devocional
Deja tu comentario