Matutina para Menores | Miércoles 03 de Mayo de 2023 | Hobab: una cordial invitación

Matutina para Menores | Miércoles 03 de Mayo de 2023 | Hobab: una cordial invitación

Hobab: una cordial invitación

“Un día Moisés le dijo a su cuñado Hobab, hijo de Reuel el madianita: ‘Nosotros nos vamos al país que el Señor ha prometido darnos. Ven con nosotros y te trataremos bien, pues el Señor ha prometido tratar con bondad a Israel’ ” (Números 10:29).

No fue fácil emprender la marcha después de casi un año en el Monte Sinaí. Todavía no conocían lo difícil que era marchar en el desierto. Todos los días recibían cómodamente el maná afuera de su tienda de campaña. Entre más cómodos vivimos, más desafiante es hacer cambios. Pero no hay crecimiento sin cambio. Satanás prefiere que nos quedemos quietos y nos estanquemos, ¡pero así no podemos crecer! Dios no llamó a Israel al Sinaí, sino a la tierra que fluye “leche y miel”: a Canaán, la tierra de la abundancia.

Justo antes de partir, Moisés invitó a Hobab, su cuñado, a ir con ellos. La primera reacción de Hobab fue rechazar la invitación, porque vivía muy bien cerca del Sinaí. Pero Moisés insistió: “Si vienes con nosotros, compartiremos contigo todo lo bueno que el Señor nos conceda” (vers. 31, 32). Jueces 1:16 y 4:11 hablan de los descendientes de Hobab como parte del pueblo de Dios, así que suponemos que Hobab finalmente aceptó.

Probablemente, la razón principal por la cual Moisés lo invitó fue su deseo de que sus parientes participaran de las bendiciones de Dios, fueran salvos y formaran parte del pueblo elegido. Hoy nosotros, peregrinos rumbo a la Canaán celestial, tenemos el privilegio de invitar a quienes amamos a que se unan a nuestra fe y esperanza, a que compartan nuestro camino al reino de los cielos. ¡Qué lindo es empezar con nuestra familia! Quizá supongas que tal o cual persona no aceptará tu invitación, pero puedes insistir como Moisés. Diles lo que Dios nos va a compartir. Cada persona es valiosa y podrá aportar muchos de sus talentos para el bien común, así como Hobab compartió su conocimiento del terreno durante el viaje por el desierto.

Puedes invitar con tus palabras, pero también con un libro o una revista. Convencerlos de aceptar ya es la tarea del Espíritu Santo.

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