Trabajo en equipo
“Más valen dos que uno, pues mayor provecho obtienen de su trabajo” Eclesiastés 4:9.
Es posible que hayas oído la historia del patito feo que se convierte en un precioso cisne. Los cisnes son hermosos, pero además son muy interesantes. Pueden volar hasta 160 kilómetros por hora y hasta 1.800 metros de altura. Pero solo lo consiguen trabajando en equipo con otros cisnes.
Los cisnes vuelan en forma de V en bandada. No podrían volar tan rápido si no lo hicieran en forma de V. Los científicos han descubierto que 25 cisnes volando en V pueden llegar un 70 % más lejos que un cisne volando solo.
Este increíble aumento de la distancia es posible porque el cisne que va en cabeza “abre el camino” a los que le siguen, reduciendo así la resistencia del aire. Por lo tanto, las aves necesitan menos fuerza para mantenerse volando.
Pero el cisne líder tiene el trabajo más duro. Cuando se cansa, retrocede y un nuevo líder toma el relevo, dando al otro la oportunidad de descansar. Algunos cisnes deben volar hasta 5.000 kilómetros para regresar a su hogar en el norte. Gracias a que un cisne toma la delantera, los demás pueden guardar fuerzas para cuando tengan su oportunidad de liderar.
Las familias y las iglesias también pueden trabajar juntas como lo hacen los cisnes. Es muy importante que cada miembro del equipo haga su parte para ayudarse mutuamente. A veces, los papás y las mamás se cansan de sus apretadas agendas. Ese es el momento perfecto para que los niños de la familia se encarguen de algunas tareas extra o sorprendan a mamá preparándole el desayuno. Los pastores y los líderes de la iglesia también emplean gran parte de su energía en trabajar para los miembros de la iglesia. Incluso los niños pueden encontrar formas de ayudar al equipo de la iglesia.
Joelle