Modales en la mesa
“Ponte un cuchillo en la garganta y refrena en lo posible tu apetito” (Proverbios 23:2, RVC).
Proverbios 23:1 al 3, y 6 al 8, son pasajes parecidos, pero hablan de cómo comportarte frente a anfitriones diferentes que te invitan a comer.
En el versículo de hoy, ¿qué significa ponerse un “cuchillo en la garganta”? Claramente no debemos tomar esta recomendación en sentido literal. Esta frase significa controlar el apetito. Un versículo antes podemos ver quién es el anfitrión: “Cuando te sientes a la mesa de un gran señor, piensa bien en presencia de quién estás”. Ciertamente, el objetivo del anfitrión para invitarte a comer es analizar tu conducta. En otra versión de la Biblia, el versículo 3 dice: “No codicies sus deliciosos manjares, porque te puede estar engañando”. En definitiva, lo que aconseja el proverbio es que te comportes de manera adecuada frente a alguien que tiene más bienes materiales que tú, sin mostrar codicia frente a esta situación.
El otro pasaje de Proverbios 23 dice: “No te sientes a la mesa de un tacaño, ni codicies sus deliciosos manjares, que son como un pelo en la garganta: él te invita a comer y beber, pero no lo dice en serio” (vers. 6, 7). ¿Has comido alguna vez, por accidente, un cabello? A pesar de ser tan delgado y fino, es una experiencia muy incómoda y desagradable. ¡Es realmente muy molesto! El proverbio dice que así se siente comer con una persona tacaña, es decir, egoísta, pues resulta muy incómodo comer con alguien que no te invita sinceramente, pues no desea compartir nada de lo que tiene. Ser tacaño es lo contrario a ser bondadoso. Proverbios 22:9 afirma: “El que mira a otros con bondad, será bendecido por compartir su pan con los pobres”.
Dios desea que seamos bondadosos con los que tienen menos que nosotros, y actuemos correctamente con aquellos que poseen más bienes que nosotros. ¿Qué puedes hacer para mostrar bondad hoy con alguien que lo necesita?