¿Qué es la consagración?
“Ustedes deben ser santos para conmigo, porque yo, el Señor, soy santo y los he distinguido de los demás pueblos para que sean míos” (Levítico 20:26).
Marca la respuesta correcta
- Pertenecer a Dios.
- Ser santo.
- Ser santo y pertenecer a Dios.
¿Conoces el himno que se titula “Salvador, a ti me rindo”?
Es el número 277 del Himnario Adventista. Si no lo conoces, te invito a buscarlo en el Himnario o en Internet, y a leerlo. ¿Qué crees que quiere decir la letra de este himno? Piénsalo por un momento. Seguro que a ti no te gusta rendirte cuando estás jugando un partido o corriendo en una carrera… ¿A quién le gusta rendirse? Normalmente, todo el mundo quiere ganar y sin la ayuda de nadie. Pero te voy a decir un secreto, si te rindes a Jesús y le entregas tu vida a él, tendrás éxito en todo lo que te propongas en la vida.
De eso se trata la consagración, de reconocer que tú solo no puedes cambiar tu mente o tu corazón, ni vencer el mal. Solo con la ayuda del Espíritu Santo puedes llegar a tener éxito y cambiar todos tus defectos de carácter.
En la Biblia, “consagrar” significa “hacer santo” o “hacer perfecto”. Dios utiliza esta palabra para el sábado, para hacerlo especial y diferenciarlo de los demás días. El sábado es un día para recordar al Creador. Los sacerdotes del templo también estaban consagrados a realizar tareas especiales en el templo para alabar a Dios.
¿Qué harías si un ángel te visitara con un mensaje especial? Seguro que te asombrarías y dudarías de si es de verdad o no un mensajero de Dios.
María, la madre de Jesús, no dudó ni un momento. Cuando el ángel Gabriel le dijo que iba a tener un bebé que se llamaría Jesús, ella dijo: “Dios haga conmigo como me has dicho”. María estaba dispuesta a hacer la voluntad de Dios.
María fue una mujer muy especial que consagró su vida a Dios para concebir y educar al Salvador del mundo.
¿Te gustaría ser especial y consagrar tu vida a Jesús? Escribe tu oración de hoy en el Diario de Oración.