Matutina para Mujeres | Domingo 30 de Julio de 2023 | Terror y consuelo

Matutina para Mujeres | Domingo 30 de Julio de 2023 | Terror y consuelo

Terror y consuelo

“Yo nombraré pastores para mis ovejas, que las cuidarán para que ya no tengan miedo ni se espanten ni se pierda ninguna de ellas. Es la decisión del SEÑOR. Jeremías 23:4, PDT.

A pesar de los mensajes de condenación, Israel siempre recibía esperanza y promesas de restauración. Se describían los castigos que vendrían, pero se les aseguraba que Dios preservaría un grupo remanente fiel que volvería a Judá desde el cautiverio babilónico y desde la dispersión en Egipto. La imagen de un pastor reuniendo su rebaño fiel habla del perdón de Dios y la oportunidad de regresar. A pesar de las consecuencias del pecado, siempre hay esperanza en la misericordia divina.

El capítulo 23 de Jeremías empieza con la palabra Ay, que significa advertencia y amonestación. Los pastores debían proveer una guía segura y cuidar al rebaño, pero fallaron en la responsabilidad. Cada cristiano es un líder espiritual de otro; por eso, te lanzo la pregunta para reflexionar esta mañana: ¿A quién te ha confiado Dios? Eres responsable ante Dios por aquellos que están bajo tu influencia.

El líder religioso que no cumple su deber, que atemoriza o aminora la grey de Dios con sus mensajes de terror, usando el púlpito como un látigo, o presenta un evangelio ligero, dando a la congregación lo que quieren oír, será castigado en el día del juicio: “El ministro que sacrificó la verdad para ganar el favor de los hombres ahora discierne el carácter y la influencia de sus enseñanzas. Es manifiesto que un ojo omnisciente lo seguía cuando estaba en el púlpito, cuando caminaba por las calles, cuando se mezclaba con los hombres en las diferentes escenas de la vida. Cada emoción del alma, cada línea escrita, cada palabra pronunciada, cada acción encaminada a hacer descansar a los hombres en una falsa seguridad fue una semilla sembrada; y ahora, en las almas miserables y perdidas que lo rodean, él contempla la cosecha” (CS, p. 712).

Jeremías también presenta un consuelo a las ovejas que han sido descuidadas: “Todo nuestro futuro depende de nuestra acción individual en abrir nuestro corazón para recibir al Príncipe de paz. Nuestras mentes pueden encontrar reposo y quietud al dedicarnos a Cristo, en quien está la eficiencia del poder” (1MCP, p. 67). Jesús es nuestro Pastor divino: “Por mucho que un pastor pueda amar a sus ovejas, Jesús ama aún más a sus hijos e hijas. No es solamente nuestro pastor; es nuestro ‘Padre eterno’. Y él dice: ‘Y conozco mis ovejas, y las mías me conocen’ ” (DTG, p. 447).

Déjate pastorear por Jesús, el Príncipe de los pastores.

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