Matutina para Mujeres | Lunes 06 de Enero de 2025 | Una enfermera muy amada

Matutina para Mujeres | Lunes 06 de Enero de 2025 | Una enfermera muy amada

Una enfermera muy amada

“Y el Rey dirá: ‘Les digo la verdad, cuando hicieron alguna de estas cosas al más insignificante de estos, mis hermanos, ¡me lo hicieron a mí!’ ” (Mateo 25:40).

Su nombre significa “abeja” y hacía honor al mismo con su diligente trabajo. Ella fue Débora y según lo registra Génesis 35:8 y 24:59 era la nodriza o enfermera de Rebeca.

Este personaje, que solo se menciona dos veces en la Biblia, nos enseña con su vida de servicio abnegado cuál es nuestra misión en el mundo. Cuando Jacob, hijo de Rebeca, llegó de nuevo a Canaán, ella iba con él. Murió muy anciana, al llegar a Betel, y Jacob la enterró debajo de un árbol muy grande llamado Encina. Tanto era el dolor de Jacob por la muerte de Débora que llamó a aquel lugar “Alón Bacut” cuyo significado es “árbol de llanto muy fuerte”. Quizás Jacob hizo alusión a él mismo como un hombre fuerte que ahora lloraba la muerte de la persona que lo vio nacer y cuidó de él en su niñez, su juventud y parte de su vida adulta.

En la actualidad, las enfermeras siguen desempeñando la misma labor de Débora, a quien bien podríamos bautizar con el título de “Madre de la profesión de enfermería”. Cual abejas, se las ve por los pasillos de clínicas y hospitales, caminando con diligencia, entrando y saliendo de un cuarto a otro para cambiar ropas de cama, aplicar medicamentos, brindar una sonrisa, aliviar el dolor y dar esperanza a los familiares. No les importa si sus pies están cansados, sus zapatos desgastados, sus cabellos apretados por una coleta. Aún con todas sus cargas personales, en su intachable uniforme, llevan la consigna de servir y cuidar. Se emocionan cuando el diagnóstico mejora y han llorado cuando la sombra de muerte llega a un cuarto de hospital.

¿Conoces una enfermera o enfermero de profesión? Toma un tiempo para enviarle un mensaje y decirle que agradeces por su vida de servicio a los demás. Si no tienes la profesión de enfermería, igual estás llamada a ser una abeja diligente, una Débora dispuesta a servir a la humanidad con amor, recordando que todo lo que hagas con tu prójimo, lo estarás haciendo a Dios mismo.

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