Matutina para Mujeres | Lunes 27 de Enero de 2025 | El holocausto y la operación Abeba

Matutina para Mujeres | Lunes 27 de Enero de 2025 | El holocausto y la operación Abeba

El holocausto y la operación Abeba

‘Yo ya estoy para ser ofrecido en sacrificio; ya se acerca la hora de mi muerte” (2 Timoteo 4:6, DHH).

El día de hoy es recordado como “el holocausto”, en conmemoración de las víctimas de los nazis, que comenzó en enero de 1933, cuando Hitler fue nombrado canciller de Alemania. Sus ideas sobre los judíos como raza inferior fue infectando las mentes de sus allegados y lo que parecía imposible resultó, en 1945, en el sacrificio de seis millones de judíos en Europa.

El partido nazi, liderado por Adolfo Hitler, cometió uno de los mayores genocidio de toda la historia. El único “pecado” de los muertos fue haber nacido judíos. Durante este período también murieron otro tipo de personas en los campos de concentración; entre ellos, los lisiados, los enfermos mentales y miembros de la familia real. Se calcula que el total de muertos durante el holocausto fue de entre quince y veinte millones de personas.

En 1943, el rey Víctor Manuel III de Italia puso fin al gobierno de Mussolini y lo encarceló. Esto enfureció tanto a Hitler que puso en marcha la “Operación Abeba”, que consistía en la caza de la familia real italiana a cualquier costo. La princesa Mafalda de Sabova, hija del rey Víctor Manuel III, fue capturada y llevada a los campos de concentración en Buchenwald, donde encontró la muerte.

Satanás, al igual que Adolfo Hitler, tiene su propio partido, cuyos integrantes trajo del Cielo, y trabajan arduamente día a día para acabar con el pueblo de Dios. Con frecuencia el dolor, la muerte y la angustia se apoderan de un cristiano ferviente con el maléfico propósito de hacerlo dudar y renegar de su fe. Tenemos dos delitos que motivan la persecución. El primero es el hecho de haber nacido cristianas a través del bautismo, y el segundo es ser hijas del Rey del universo.

Satanás ha lanzado su propia “Operación Abeba” para exterminar a la familia real que somos tú y yo. La guerra que se desató en el cielo puso fin al gobierno de Satanás y, sin embargo, él sigue buscando a los hijos de Dios para darles muerte. El mayor genocida de la historia no es Hitler, es el diablo que anda como león rugiente buscando a quien devorar.

Querida amiga, tengamos hoy la convicción del apóstol Pablo. Que nuestra fe esté firme a pesar de las atrocidades que el enemigo hace en nuestra vida. Sus estrategias para hacernos sufrir son diversas, pero tengamos la certeza de que, aunque seamos capturadas y llevadas por el valle de sombra y de muerte, nunca podrán arrebatamos la vida eterna.

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