La necesidad básica del hombre
Así fue Sara, pues obedecía a Abraham y lo llamaba “señor”. Si ustedes hacen el bien y no tienen miedo de nada, serán como ella. 1 Pedro 3:6, TLA.
La necesidad básica de toda mujer es sentirse amada, y la necesidad básica de todo varón es sentirse respetado. Se habla mucho del amor incondicional a las esposas, pero muy poco del respeto incondicional a los esposos. Una esposa que no se siente amada no puede respetar a su compañero, y un esposo que no se siente respetado no puede demostrar amor a su esposa. Este círculo vicioso destruye muchos matrimonios, pero la persona con mayor madurez espiritual podrá romper el ciclo.
Satisfacer la necesidad básica de tu pareja no es natural. Una mujer demuestra mejor el amor que el respeto, un hombre sabe demostrar respeto más que amor. Es una relación simbiótica. Mientras tú satisfaces la necesidad de él, él satisface la tuya. Sara respetaba a su esposo y su liderazgo.
Es posible que ser sumisa sea más fácil para algunas, y respetar a unos esposos sea más fácil que a otros. Mantén un trato grato, suave, y un espíritu afable con tu cónyuge. Ora pidiendo madurez espiritual y emocional para romper el círculo que amenaza con romper tu matrimonio. Si tienes un esposo incrédulo o violento, obedecerle y respetarlo podría parecerte amenazante. La sujeción a Jesús te señalará los límites y parámetros de cómo y hasta qué medida someterte a otro individuo.
Seguramente conoces a alguna esposa de quien el esposo llegó a convertirse en un devoto cristiano inspirado en la espiritualidad y la conducta de ella. Haz una lista de las razones por las cuales admiras y respetas a tu marido. Cada día menciona una de ellas. Una palabra de admiración, respeto, y reconocimiento a su liderazgo surte mejor efecto que un afrodisíaco. Quizá pienses que él se aprovechará de tu sumisión, pero sucederá lo contrario. Si obras con fe y sin miedo, él te devolverá en detalles el amor que siempre has deseado y soñado. Su copa estará rebosante y tú serás beneficiada.
En Efesios 5:22 y 33 y 1 Pedro 3:1 al 7 se menciona el respeto antes que el amor. ¿Será ese el orden para romper el círculo vicioso? “Hermana mía, usted no puede agradar a Dios conservando su actitud actual. Perdone a su esposo. Es su marido, y será bendecida si procura ser una esposa obediente y afectuosa. Expresen sus labios la ley de la bondad. Usted puede y debe cambiar de actitud” (HC, p. 298).
Me gusta saber que el perdón pa los qué amamos es posible con el señor Jesucristo y pido que aprendamos mucho de nuestro señor amen