Matutina para Mujeres | Viernes 14 de Julio de 2023 | El triunfo del plan divino

Matutina para Mujeres | Viernes 14 de Julio de 2023 | El triunfo del plan divino

El triunfo del plan divino

Sube a una montaña alta, Sion, mensajera de buenas noticias. Alza con fuerza tu voz, Jerusalén, mensajera de buenas noticias. Grita, no tengas miedo. Diles a las ciudades de Judá: “Aquí está tu Dios”. Isaías 40:9, PDT.

El capítulo 40 es el pináculo del libro de Isaías. Profetiza la invasión babilónica, la liberación a través de Ciro como instrumento de Dios, la preparación para la llegada del Mesías mediante la obra de Juan el Bautista, y la victoria final de los fieles. Empieza asegurando que no importa qué situación hubieran de confrontar, los planes de Dios se cumplirían. Antes que venga la tribulación, Dios nos asegura la liberación. Judá estaba muy lejos del arrepentimiento, pero Dios les aseguró el perdón y la aceptación.

Sion fue llamada a anunciar un mensaje de esperanza y luz en tiempos de peligro y oscuridad. Constitúyete en una anunciadora de salvación, una embajadora de buenas noticias, de paz y esperanza.

Isaías refuerza y anima al pueblo para que esperen en las promesas. Él mismo había saboreado la presencia de Dios (Isa. 6:1, 3) y desde aquel momento era su compromiso hacer que los demás tuvieran la misma experiencia. “Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio” (Isa. 40:26). ¿Has deseado ver a Dios cara a cara? Creo que Dios desea tener esa experiencia contigo. ¡Pídeselo! ¡Toda dificultad desaparecerá! “Es imposible tener una concepción clara de las cosas eternas a menos que la mente se espacie en contemplar temas elevados… La razón por la que prevalece tal oscuridad espiritual es que la mente se satisface con un bajo nivel y no se eleva en puros y santos canales celestiales” (1TI, p. 369).

En la medida que contemplamos a ese Salvador compasivo, Pastor tierno, protector y afectuoso, su imagen, sus cualidades y carácter irán incorporándose en nosotras. Otros se darán cuenta, y serán motivados a subyugar sus corazones al divino Pastor.

“Las palabras solas no pueden contarlo. Refléjese en el carácter y manifiéstese en la vida. Cristo está retratándose en cada discípulo. Dios ha predestinado a cada uno a ser conforme ‘a la imagen de su Hijo’. En cada uno ha de manifestarse al mundo el longánime amor de Cristo, su santidad, mansedumbre, misericordia y verdad” (DTG, p. 767).

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