Miércoles 03 de Agosto de 2022 | Matutina para Menores | Ben Carson

Ben Carson

“Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras…” (Tito 2:7 p.p., RVR 95).

La primera vez que leí el libro Manos consagradas, que narra la historia de la vida del Dr. Ben Carson, no lo pude poner a un lado hasta terminarlo. ¡Me atrapó! Si lo has leído, seguramente también te gustó. Y si no, te animo a leerlo. De niño, Ben no era un muy buen alumno. Parecía destinado a una vida de fracaso. Todo cambió cuando su mamá los obligó, a él y a su hermano, Curtis, a leer libros. ¡Un nuevo mundo se abrió delante de sus ojos! Le empezó a gustar aprender, descubrir.

Además, su mamá empezó a repetirle una frase que lo hizo pensar y creer en él mismo: “Si otros lo pueden hacer, tú también puedes, pero mejor”. Ben comenzó a creer que él, con la ayuda de Dios, podía hacer grandes cosas. Y las hizo. Fue el primer cirujano que operó a bebés que estaban unidos, ¡por el cerebro! Los bebés ahora son hombres perfectamente normales. Y el Dr. Ben Carson es reconocido mundialmente como una eminencia en el mundo de la medicina.

¿Será que debes esperar a ser un gran doctor para demostrar que puedas hacer las cosas con excelencia? ¡No! Un niño excelente, cuando hace algo, lo hace a la perfección. Supongamos que tu mamá te pide que laves la loza. Hay dos formas de hacer esto: está el niño que dice: “Lo voy a hacer”, con desgano, y deja un desastre peor del que encontró en la cocina.

Platos con restos de comida, repasadores arrugados, piso con gotas de agua, restos de comida en la mesada. Pero también está el niño que realiza un trabajo excelente. ¿Cómo hacerlo? Para realizar un trabajo excelente, tendrás en cuenta no solo lavar los platos, sino lavar la pileta cuando termines. Cuidarás de que no queden restos de comida. Secarás la mesada con cuidado. Si cayó agua al piso, traerás un trapo y limpiarás a conciencia. Se trata de dar lo mejor de ti, de hacer cada pequeña tarea ¡de forma superior!

Claro que esta idea no se aplica solo a lavar la loza. Cuando estudies, que sea no solo para “pasar”, sino para aprender, lo mejor que puedas. Cuando hagas ejercicio, cuando comas… siempre haz tu mejor esfuerzo.

Después de todo, el mundo está lleno de mediocres, pero tú no eres uno de ellos. ¿Quién sabe? ¡Quizá tú seas el próximo Dr. Ben Carson! Dios te bendiga hoy, al ser excelente en todo lo que hagas, y un ejemplo de buenas obras.

Cinthya

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