Las 8 llaves de la salud
“Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente” (3 Juan 1:2, NVI).
¿Recuerdas cuáles son los ocho remedios que Dios nos brinda de manera totalmente gratuita para conservar nuestra salud? En español, se los puede recordar fácilmente con la sigla ADELANTE:
Agua
Descanso
Ejercicio Físico
Luz Solar
Aire Puro
Nutrición/Alimentos saludables
Temperancia
Esperanza
¿Recordabas todos? Es importante que los recuerdes a todos, para así poder aplicarlos en simultáneo. ¿Qué es en simultáneo? Todos juntos, cada día. Si no se los aplica en simultáneo, no funcionan bien. Déjame explicarte.
Algunas cajas fuertes, como método de seguridad, vienen con varias llaves que hay que girar a la misma vez para que la caja se abra. Si falta alguna llave, la tapa no se abrirá. Ahora imagina que tu cuerpo es esa caja fuerte. En el momento de tu nacimiento, Dios te entrega ocho llaves y te dice: “Para poder acceder al tesoro de la salud, deberás usar todas estas llaves juntas”.
Nuestro problema viene cuando queremos acceder al tesoro de la salud usando una o dos llaves nada más. Será inútil. No importa cuán cuidadosos seamos en aplicar dos o tres de los ocho remedios, no obtendremos el resultado esperado. Puedes tomarte los dos litros de agua diarios y hacer ejercicio todos los días, pero si descuidas el respirar aire puro o descansar lo suficiente cada noche no tendrás una salud plena. Es más, puedes cumplir cuidadosamente siete de los ocho remedios naturales, pero ese solo faltante impedirá que puedas acceder a la salud plena.
Es tu deber pensar seriamente cómo vivir cada día de manera que puedas aplicar los ocho remedios en tu vida, no de manera aislada sino en simultáneo. Recuerda que un cuerpo y una mente sanos te harán espiritualmente más fuerte y receptivo a la voz de Dios. Por ello, usa las ocho llaves ¡y el tesoro de la salud será tuyo!
Gabriela