Hijo de Dios
«Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que va a nacer será llamado Hijo de Dios». Lucas 1: 35, RV95
Estoy seguro de que la mayoría de mis lectores conoce, ha leído o ha visto en la pantalla grande la experiencia de Bruce Banner, el científico que trabajaba con radiación gamma para el ejército estadounidense.
Mientras realizaba una de las pruebas, Bruce se dio cuenta de que un joven llamado Rick Jones había entrado al campo de pruebas. Banner salió corriendo para salvar al muchacho y heroicamente lo empujó a una zanja de protección que le salvó la vida a Rick, pero Bruce quedó expuesto a cantidades extremas de radiación Gamma que alteraron la estructura de su ADN. Como resultado, cuando Bruce se enoja, se transforma en una criatura de color verde, y a veces gris, con poderes increíbles que aumentan su capacidad física, mejor conocido como Hulk.
En las historietas publicadas por Marvel Comics, el general Thunderbolt Ross busca la manera de detener a Hulk, con la esperanza de entregarlo a la justicia o destruirlo por completo. Debido a eso, Bruce está constantemente buscando la cura para su «situación especial» y trata lo más posible de mantener la calma (si no has visto Avengers Endgame cuidado al leer lo que sigue). Con el tiempo, Bruce se da cuenta de que en vez de evitar que Hulk se manifieste, la solución consiste en unificar ambas personalidades en lo que se conoce como profesor Hulk.
Por supuesto, la doble personalidad de Bruce Banner es pura ficción creada por el genio de Stan Lee, pero la Biblia registra el hecho de que Jesús, el Salvador intencional y voluntario de la humanidad, posee dos naturalezas. Él vino a la Tierra para rescatar al ser humano de sus pecados y nació de una virgen para adquirir la naturaleza humana, pero lo hizo sin dejar de ser Dios. Cien por ciento humano, cien por ciento divino. La Palabra, el Verbo es Dios, quien estaba con Dios y fue hecho carne (Juan 1: 1, 14). Jesús no es simplemente un hombre que «tuvo a Dios dentro de él», ni tampoco es un hombre que «manifestó el principio de Dios».
El Hijo es Dios en carne, la segunda Persona de la Trinidad (Hebreos 1: 3). Y como tal, nos une para siempre con la divinidad. Hoy, al iniciar un nuevo día, @Jesús te dice: «Como Hijo de Dios te puedo garantizar lo que solo Dios puede hacer: salvarte y perdonar tus pecados».
Un excelente día, me pongo a imaginar en el escritor de esta matutina quien saco este personaje para ejemplificar o metafóricamente hacer alusión a Jesús ya que estos Monitos, muñecos o caricaturas de ciencia ficción los escriben en su mayoría personas que son ateas y en gran parte se basan en la Biblia hay que tener cuidado con el contenido con el cual se intenta ilustrar la Biblia.
Amen