Miércoles 16 de Febrero de 2022 | Matutina para Jóvenes | Cantos en la noche

Cantos en la noche

«Te ruego, Dios de mi vida, que de día me muestres tu amor, y que por la noche tu canto me acompañe». Salmo 42: 8

Puede que te parezca extraño, pero incluso hoy en día existen grupos indígenas en algunas zonas del planeta que viven como lo hacían sus antepasados y prácticamente no han tenido contacto alguno con la civilización. Uno de esos grupos son los Nukak Makú, una tribu que habita en la región Amazónica de Colombia. A pesar del paso de los siglos y los avances tecnológicos, ellos siguen realizando las mismas actividades que sus ancestros: caza, pesca y recolección. Los Nukak Makú llevaban cientos de años habitando las selvas, sin saber del mundo exterior y sin que nadie supiera de ellos (no tienen Tik Tok ni Twitter). Pero en 1988, unos investigadores que sobrevolaban la selva trajeron la noticia de la existencia de esa comunidad. Desde entonces, los antropólogos y otros grupos de científicos los han visitado para conocer más sobre ellos y estudiar sus hábitos, sus creencias y sus costumbres.

Hace algún tiempo vi un documental sobre los Nukak Makú donde aprendí que ellos cantan todo el día, mientras realizan sus actividades cotidianas. Pero el canto adquiere un mayor significado durante la noche, porque en la tradición de esta tribu, en la noche vienen los espíritus que pueden hacer daño a las personas. Por eso se reúnen en grupos y cantan hasta ahuyentar el temor y hacer que los espíritus se alejen. Por medio de las canciones obtienen seguridad, protección y paz durante la noche que les permite dormir tranquilos.

La noche es símbolo de lo inesperado, de la calamidad, del peligro que nos asecha (Salmo 91: 5). No es de extrañar que, de niños, todos le temíamos a la oscuridad. Incluso después de que nos hacemos adultos persiste el miedo al peligro que se oculta tras las tinieblas.

¿Cómo podemos enfrentar la duda y la inseguridad? En el Salmo 42, los hijos de Coré elevan una petición al Señor: «Que por la noche tu canto me acompañe» (vers. 8).

Los Nukak Makú tenían la clave: la música puede ayudarnos a enfrentar nuestros temores, pero hay algo más que el Salmo añade: «tu canto», no es cualquier música, es aquella que proviene del Señor. ¿A qué «noche» te estás enfrentando hoy? ¿A qué le temes al iniciar este día?

Eleva hoy una canción al cielo. Cántale al Señor hasta que él, con su presencia, disipe todos tus temores. @Dios desea que sepas que «no importa cuán oscura sea la noche que atraviesas, él está contigo».

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