El descubrimiento de la Antártida
“¿Hay algo de lo que se pueda decir: ‘He aquí esto es nuevo’? Ya aconteció en los siglos que nos han precedido. Pero eso ya existía desde siempre, entre aquellos que nos precedieron” (Eclesiastés 1:10, RVR 95).
La Antártida es el lugar más frío de la Tierra, con un glaciar de hielo de más de 1,6 kilómetros de espesor en algunos lugares.
No es un terreno pequeño, ya que su superficie es de 40 millones de kilómetros cuadrados. ¿Sabías que la Antártida es el quinto continente más grande de la Tierra, con plataformas de hielo tan grandes como Italia?
Un día como este en la historia, en 1840, el capitán Charles Wilkes completó un viaje oceánico que rodeó la Antártida y el Polo Sur. Reclamó el continente helado para los Estados Unidos y, durante años, se conoció a la Antártida como la Tierra de Wilkes. En realidad, él no fue el primer explorador que la vio, como tampoco lo fueron los otros exploradores europeos y estadounidenses que pasaron por allí a principios del siglo XIX.
Las antiguas leyendas de los nativos de la costa de Sudamérica hablaban de un gran continente inexplorado en el extremo sur. Indicaban que el continente no tenía hielo y que contaba con una costa de acantilados rojos. Si estas leyendas son ciertas, en algún momento la Antártida debió de tener un clima más cálido. ¿Hace cuánto tiempo? Seguramente, después del Diluvio universal de Noé, y en algún momento antes de que los glaciares de las eras de hielo comenzaran a cubrir los polos y las regiones más frías de nuestro planeta Tierra.
No importa realmente quién fue el primero en reclamar la Antártida, o quién cree que la vio primero. Ha existido desde hace mucho más tiempo que cualquiera de nosotros. Salomón lo dijo bien: “¿Hay algo de lo que se pueda decir: ‘He aquí esto es nuevo’? Ya aconteció en los siglos que nos han precedido. Pero eso ya existía desde siempre, entre aquellos que nos precedieron”. Los exploradores se emocionaron al ver la Antártida como si fueran los primeros en posar su mirada sobre ella, pero es el mismo continente de siempre. Solo que cubierto por un montón de hielo, y lo suficientemente frío como para permanecer inhabitable. Como muchas cosas en nuestra vida, solo tiene un nuevo diseño.
Dios es así. Ha existido mucho más tiempo del que podemos imaginar, y seguirá gobernando el universo por la eternidad. No importa realmente si los científicos y los filósofos que discuten sobre su existencia la admiten o no. Existe porque es Dios, y eso es lo único que importa.
La lección de hoy me enseña que Dios no tiene un origen porque siempre ha exitido, ademas es El es que da origen a todo lo que nos rodean.