Nace Mark Twain
“La sabiduría pertenece a los ancianos, y el entendimiento, a los mayores. Pero la verdadera sabiduría y el poder se encuentran en Dios; el consejoy el entendimiento le pertenecen” (Job 12:12, 13, NTV).
Samuel Clemens, uno de los escritores más famosos del siglo XIX, nació en Florida, Misuri, en esta fecha de 1835. Es posible que hayas leído dos de sus libros más conocidos: Las aventuras de Huckleberry Finn y Las aventuras de Tom Sawyer, publicados bajo el seudónimo de Mark Twain. A lo largo de su vida, este autor fue amigo de presidentes, de artistas, de empresarios y de miembros de la realeza europea. Gozó de una inmensa popularidad entre el público, y su agudo ingenio e incisiva sátira le valieron elogios tanto de la crítica como de sus colegas.
Samuel Clemens comenzó a trabajar como impresor a los 13 años y, luego, pasó a escribir una serie de historietas de viajes. Cuando se cansó de ello, se hizo en capitán de un barco de vapor durante dos años. Fue durante estos años que recogió su legendario apodo, Mark Twain, un término utilizado por los pilotos de los barcos fluviales para anunciar que el río ha alcanzado una profundidad de solo dos brazas. El nombre lo acompañó durante los siguientes cincuenta años.
Mark Twain ganó una importante cantidad de dinero con sus escritos, pero gastó gran parte en malas inversiones y tuvo que declararse en bancarrota. Entonces, se embarcó en una gira de conferencias por todo el mundo para pagar a sus acreedores en su totalidad, a pesar de que ya no tenía ninguna obligación legal de hacerlo debido a la quiebra. Pasó por un largo período de profunda depresión, que comenzó en 1896 cuando su hija favorita, Susy, murió de meningitis. Su esposa, Olivia, falleció en 1904; y otra hija, Jean, en la Nochebuena de 1909. Su melancolía se acentuó con la repentina muerte de su íntimo amigo, Henry Rogers, cinco meses después.
A pesar de sus contratiempos en la vida, Mark Twain era conocido por su capacidad para escribir con ingenio y humor. Algunas de sus frases más memorables son: “Si dices la verdad no tienes que recordar nada”; “Una mentira puede recorrer medio mundo mientras la verdad se pone los zapatos”; y “Es mejor mantener la boca cerrada y parecer un tonto, que abrirla y eliminar toda duda”.
Mark Twain tenía una gran facilidad de palabra pero, si queremos ser verdaderamente sabios, debemos mirar a Dios, en quien se encuentran toda la sabiduría y el poder. Él lo sabe todo, desde el principio hasta el final. ¿Por qué no probar hoy una dosis de su sabiduría?
Si oramos pidiendo su consejo para las decisiones que debemos tomar en nuestra vida, tengamos la seguridad de que él estará a nuestro lado.