Mahanaim
“Jacob siguió su camino, y unos ángeles de Dios le salieron al encuentro. Cuando Jacob los vio, dijo: ‘Éste es un ejército de Dios’. Por eso llamó Mahanaim a aquel lugar” (Génesis 32:1, 2).
Jacob emprendió el viaje a Betel. Sí o sí tenía que pasar muy cerca de donde vivía Esaú. De inmediato Jacob tuvo miedo por él y por su familia. Se llenó de angustia; se preguntaba si su hermano aún quería vengarse. Veinte años antes, Dios confortó a Jacob en un sueño. Ahora lo animó a través de un ejército de ángeles para que no tuviera duda de avanzar. ¿Qué mejor protección podría tener Jacob? La Biblia dice: “¡Si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros!” (Rom. 8:31).
Jacob oró a Dios. Su oración demuestra que recordaba las promesas divinas y conocía a Dios, pero solo en la teoría, ya que sus acciones mostraron que muy pronto se olvidó del ejército de ángeles, pues implementó su propia estrategia para salvarse. Dividió su campamento en dos; al pensar que el ataque de Esaú y sus cuatrocientos hombres llegaría muy pronto, Jacob estuvo dispuesto a sacrificar la mitad de su gente. Posteriormente, envió tres caravanas alternadas con muchos regalos para su hermano: cabras, ovejas, carneros, vacas, asnas, camellos, y más. Pensó que así podría apaciguar la ira, o quizá “comprar” el favor de su hermano.
¿De qué le sirvió a Jacob orar tan fervientemente si terminó haciendo lo que pensaba que era mejor? No tiene mucho sentido orar y después hacer lo que queremos. No sirve de mucho pasar un montón de tiempo orando, decir muchas palabras, ni arrodillarnos en el piso, si al final no prestamos atención a lo que Dios dice.
Antes que Jacob orara, ya Dios le había dado la respuesta con el ejército angelical. El problema no era Esaú ni su ejército; el problema era él mismo. Él tenía que aprender a confiar en Dios siempre.
Hoy, te invito para que ores a Dios, lo escuches y sigas sus indicaciones. Lo más importante es que los ángeles siguen estando a nuestro alrededor para cuidarnos en todas las actividades, cada día. Esa es una buena noticia. Dios está atento a sus hijos. Confía en él y camina en sus pisadas.
Buen día porque no hay audio en estas matutinas excelentes gracias bendiciones