Sábado 18 de Junio de 2022 | Matutina para Jóvenes | 23 días de libertad

Sábado 18 de Junio de 2022 | Matutina para Jóvenes | 23 días de libertad

23 días de libertad

«Lo has bendecido para siempre; con tu presencia lo llenas de alegría. Tú, oh rey, jamás caerás, pues confías en el Señor; ¡confías en el amor del Altísimo!». Salmo 21: 6, 7

Era domingo, día de actividades para los miembros del Club de Conquistadores, y José Orozco estaba preparándose para dirigirlas. Repentinamente, dos personas llegaron a la puerta de su hogar. Desenfundaron armas de fuego, lo encañonaron y le pidieron entregar su camioneta. Lo subieron a su propio vehículo, lo ataron, le vendaron los ojos y se lo llevaron. La acusación que tenía que enfrentar era grave. Se le acusaba de ser el líder de un grupo paramilitar. Sabiendo que su vida pendía de un hilo, hizo un minucioso examen de lo que había sido su vida hasta el momento: había estudiado en el colegio adventista en Medellín. Allí había entregado su vida al Señor Jesús. Luego estudió ingeniería mecánica e ingeniería eléctrica. Después se casó y, junto con su esposa, se dedicaron a servir a la comunidad.

Cuando su esposa quedó embarazada, enfermó de paludismo y falleció durante el parto. Así que ahora se preguntaba: «¿Que será de mi hijo? ¿Por qué me pasa todo esto?» Pensaba en su madre, en su hijo y en su iglesia. Así que decidió orar. Le rogó a Dios que lo preparara para morir. En medio de toda la incertidumbre experimentó como nunca antes la presencia de Dios. Es costumbre de esos grupos mover a los cautivos a pie por la selva en largas jornadas. Al cruzar un caudaloso río, uno de sus captores fue arrastrado por la corriente. Él se lanzó al río y logró rescatarlo. Este acto desinteresado ejerció una influencia positiva en sus captores y en otros prisioneros. Por eso, un día lo ataron nuevamente, le vendaron los ojos, colocaron diez dólares en su bolsillo, lo montaron en su camioneta y lo dejaron libre. Al contar su testimonio, dice: «Nunca fui tan libre como en esos 23 días de secuestro. Sigo creyendo que el Señor me llevó, él me sostuvo con su presencia, preservó mi vida y luego en su infinito amor permitió mi liberación».

Al iniciar este día, el mensaje de @Dios para ti es: «Hoy, no importa dónde vayas, mi presencia te acompañará. Confía en mí y sea lo que fuere que la vida te depare, mi presencia te llenará de alegría y te brindará protección».

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