Viernes 01 de Julio de 2022 | Matutina para Jóvenes | El Dios que sana

El Dios que sana

«Si ponen ustedes toda su atención en lo que yo, el Señor su Dios, les digo, y si hacen lo que a mí me agrada, obedeciendo mis mandamientos y cumpliendo mis leyes, no les enviaré ninguna de las plagas que envié sobre los egipcios, pues yo soy el Señor, el que los sana a ustedes». Éxodo 15: 26

El Dios que sana es el nombre con que Dios se presenta a los israelitas justo después del cruce milagroso del Mar Rojo. Imagínate el gozo que produjo ver a los ejércitos opresores de Faraón hundirse en el mar. ¡Con razón es el milagro más grande que Dios realiza en todo el Antiguo Testamento! Pero en unos pocos días, el ingrato pueblo había olvidado lo que Dios había hecho. Lo material, las necesidades físicas primaron sobre lo espiritual. Sedientos, hambrientos, enfermos, angustiados… no había milagro que valiera. Cuando por fin encontraron agua y se abalanzaron sobre ella, se llevaron la desilusión de que el agua era amarga. En ese momento la desilusión y la frustración los invadió.

Es en ese estado de desesperanza cuando Dios viene en su ayuda. Sí, mi querido joven, Dios tiene todas las soluciones. En la despensa divina hay una solución para cada problema o necesidad nuestros. Así que con solo cortar un árbol y echarlo al agua se soluciona todo. Hoy basta con un ingrediente de la despensa divina para sanarnos de la ira, de la frustración, de la amargura y de la desesperación. Entonces, Dios se presenta como el Dios que sana, el que arregla todo lo que amenaza tu paz, tu bienestar físico, mental, moral y espiritual.

¡Qué bueno es saber que en nuestro andar rumbo hacia la eternidad contamos con un Dios dispuesto a sanar nuestras dolencias físicas y también las del alma, que muy a menudo resultan más dolorosas. No sé tú, pero yo tengo tantas heridas en el alma que deben ser curadas, tantas dolencias en mi ser que deben sanar, que me llena de esperanza tener un Dios que se ofrece como mi médico, mi sanador y mi restaurador. Hoy, @Dios te dice:

«La misma sanidad que les ofrecí a mis hijos en el pasado es la que te ofrezco al iniciar este día. Déjame tocar tu vida con mi mano sanadora y experimentarás la sanidad sin importar la naturaleza de tu problema. Yo soy el Dios que te sana».

Hay un mensaje especial para ti:  Domingo 07 de Agosto de 2022 | Matutina para Jóvenes | Ningún bien nos faltará
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