Levantar banderas en su nombre
«Celebraremos así tu victoria, y levantaremos banderas en el nombre del Dios nuestro. ¡Que el Señor cumpla todas tus peticiones!». Salmo 20: 5
La bandera indicaba lealtad, dedicación y determinación. Se le daba el primer lugar siempre (ver Números 10: 14). Antes de que se viera a Israel, se veía su bandera, que manifestaba que estaban de parte de Dios. Las banderas y los estandartes son una demostración de la presencia de Dios exaltada en medio de nosotros. Dios les dio a Moisés y al ejército de Israel una victoria grande en batalla cuando él alzó su vara. Después de la batalla, Moisés edificó un altar y llamó el nombre de Dios «el Señor es mi Estandarte» (Éxodo 17: 15).
El Señor va adelante y me da la victoria. Él dice de sí mismo que es una bandera para sus hijos. En este texto se levanta bandera como un acto de celebración, como una demostración de la gratitud en el corazón por un favor recibido. Es la manifestación de la alegría, del gozo, de la felicidad que se experimenta por las bondades, los favores y las manifestaciones del amor de Dios.
Venía experimentando fuertes dolores pélvicos, generalmente asociados a la menstruación, sangrado premenstrual o entre periodos, náuseas, dolor lumbar, fuertes dolores intestinales. Por eso, acudió al médico y, después de rigurosos exámenes, se le diagnosticó endometriosis severa. La endometriosis es una enfermedad crónica que consiste en la aparición y el crecimiento de tejido endometrial (tejido que recubre el interior del útero) fuera de la cavidad uterina. Debido a la gravedad se decidió realizar una cirugía rápida. Su hermana decidió acompañarla durante el proceso.
Antes de iniciar la cirugía, ella le dijo al médico que era necesario orar. El médico le preguntó si oraba ella o él. Entonces decidió orar ella. Encomendó las manos de todos los participantes a Dios y le suplicó al Altísimo que se glorificara en el proceso. Cuando se estaba llevando a cabo la cirugía surgió una dificultad que extendió la operación: el cuello del útero estaba adherido a la vejiga. El cirujano dudó sobre qué hacer para no ocasionar daños posteriores. Repentinamente una idea se dibujó claramente en su mente, como una sugerencia. Decidió seguir la indicación y logró una cirugía exitosa y sin ninguna complicación. Hoy, nuestra hermana cree que Dios se hizo presente en ese quirófano y, de corazón, levanta bandera en gratitud a la directa intervención de Dios en este proceso que le permitió salir ilesa.
Hoy tú también puedes celebrar las bondades diarias de @Dios. Levantemos bandera en su nombre.