El mundo de la mujer
“Así que debes darles [a las mujeres] una propiedad entre los parientes de su padre. Traspásales a ellas la heredad de su padre” (Números 27:7, NVI).
Jovencitas: ¿se imaginan que no se les permita hacer algo tan simple como votar? ¿Votó tu mamá en las últimas elecciones presidenciales? ¿Se te permite votar en las elecciones escolares, o solo se les da ese privilegio a los varones? Vaya pregunta. Por supuesto que puedes votar. Pero solo recientemente las mujeres han tenido ese privilegio. Antes, se las consideraba demasiado emocionales para votar, demasiado delicadas para pensar en asuntos tan serios. A las mujeres no se les permitía votar, ni poseer tierras ni ocupar un cargo público ni ir a la universidad. Por ejemplo, hace 150 años en Estados Unidos, las mujeres no tenían ninguno de estos derechos.
El movimiento estadounidense por los derechos de la mujer comenzó a mediados del siglo XIX, cuando Elizabeth Stanton y Lucretia Mott se presentaron en Washington. Trabajaron para conseguir que las mujeres tuvieran derecho a ir a cualquier universidad que quisieran y a realizar trabajos que normalmente hacían los hombres. Pero, el derecho al voto seguía siendo un sueño. De hecho, hicieron falta otros cincuenta años de duro trabajo antes de que las cosas empezaran a cambiar. En la década de 1890, el estado de Wyoming fue el primero en conceder a las mujeres el derecho al voto. A principios del siglo XX, el papel de la mujer en la sociedad estaba cambiando. Con el crecimiento de las ciudades, las mujeres trabajaban más fuera de casa y tenían menos hijos. Durante la Primera Guerra Mundial, fue necesario que las mujeres ayudaran en las fábricas porque muchos hombres estaban luchando, y eso cambió la actitud de los hombres hacia las mujeres. Y entonces, en 1920, la historia dio un vuelco. El 26 de agosto, el gobierno federal de los Estados Unidos aprobó la decimonovena enmienda. A partir de entonces, todas las mujeres tienen el derecho constitucional de votar.
Hoy las mujeres tienen más derechos que nunca. Las mujeres sirven en el ejército y también son propietarias de sus propios negocios. Sin embargo, en Estados Unidos, sigue habiendo algunos problemas. Por ejemplo, en muchos lugares, las mujeres siguen teniendo dificultades para obtener la misma remuneración que los hombres por el mismo trabajo.
Ya en el antiguo Israel, las mujeres lucharon para conseguir derechos. Cuatro mujeres acudieron a Moisés porque su padre había muerto y no les había dejado una herencia. Así eran las cosas en aquella época: las mujeres no podían poseer tierras. Sin embargo, Dios estuvo de acuerdo con lo planteado por las cuatro hijas: cambió las leyes y les dio permiso a las mujeres para que pudieran tener sus propias tierras. ¡Nuestro Dios es justo!