Abrazo de hermano
«Ten misericordia de mí, oh Dios, debido a tu amor inagotable; a causa de tu gran compasión, borra la mancha de mis pecados” Salmo 51:1.
A pesar de ser mellizos, eran completamente distintos. Esaú era un cazador, un muchacho que no le tenía miedo a nada, ni siquiera a los animales salvajes. Jacob era más de la casa, le gustaba cocinar y cuidar a su mamá.
No siempre el día a día entre hermanos es pacífico. Sin embargo, entre Esaú y Jacob pasó algo muy interesante: peleaban desde la panza de su mamá. ¡Imagínate la situación! Las peleas entre ellos eran constantes. Los niños que se peleaban se hicieron adultos y, aun así, seguían las discordias.
Esaú era un poquito mayor, porque nació primero; por eso tenía derecho a una bendición especial del padre. Esa era la costumbre del pueblo de Israel. Jacob, sabiendo esto, decidió engañar a su padre, que ya estaba muy anciano e incluso ciego. ¡Fingió que era Esaú! Para eso, incluso se puso la ropa de su hermano. El papá fue engañado e hizo la oración de bendición por el hijo equivocado. Claro que Esaú se enojó mucho cuando lo descubrió, y su rabia fue tan intensa que Jacob tuvo que huir de su casa.
Tener que dejar su hogar, a su mamá y a toda su familia aumentó aún más la tristeza y la culpa de Jacob. Durante muchos años reflexionó acerca de la gravedad del error que había cometido, y le pidió perdón a Dios. Años después, hubo un bonito reencuentro entre los hermanos. Jacob fue muy humilde en demostrar su arrepentimiento. “Entonces Esaú corrió a su encuentro y lo abrazó, puso los brazos alrededor de su cuello y lo besó. Y ambos lloraron” (Génesis 33:4).
MI ORACIÓN: QUERIDO DIOS, AYÚDAME A TENER UN CORAZÓN SINCERO; PERO, SI ME EQUIVOCO Y ME ARREPIENTO, QUE SEPA QUE SIEMPRE PUEDO CONTAR CON TU ABRAZO.
¿Necesitas pedir perdón o perdonar a alguien? ¿Hoy es un excelente día para hacerlo!
ARREPENTIMIENTO: SENTIR TRISTEZA PORQUE CARGAS UNA CULPA; PEDIR PERDÓN A QUIÉN HERISTE CON TUS PALABRAS O ACCIONES; NO QUERER REPETIR EL MISMO ERROR.