
Diversifica
“Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tus manos; pues no sabes qué es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno” (Ecl. 11:6)
Quizá no seas un apasionado de la pintura y la escultura, pero seguramente has visto en más de una ocasión la imagen en la que dos dedos están a punto de tocarse. Este dibujo representa las manos de Dios y Adán en el momento de la creación y es parte de las pinturas al fresco que embellecen el techo abovedado de la Capilla Sixtina, en el Vaticano.
Un día como hoy, en 1475, nació en Caprese, Italia, el artista que dedicó cuatro años a crear esta maravillosa obra de arte, ¡y lo hizo solo! Me estoy refiriendo, por supuesto, a Michelangelo Buonarroti, más conocido como Miguel Ángel. Se destaca que una característica distintiva de este artista era su perfeccionismo. Un dato curioso sobre los frescos de la Capilla Sixtina es que, a pesar de ser la obra más reconocida de Miguel Ángel y estar entre las maravillas del arte renacentista, ¡Miguel Ángel no era pintor! Al menos, no originalmente.
Miguel Ángel inició su carrera artística como escultor y arquitecto, sus artes predilectas. Entonces, ¿cómo incursionó en la pintura? La historia dice que pintó el techo de la Capilla Sixtina casi por imposición del papa Julio II. Su obra más conocida fue el fruto de haber aceptado el desafío de intentar algo nuevo. No sé si Miguel Ángel leyó el libro de Eclesiastés, pero en él Salomón nos invita a no desperdiciar las oportunidades que se nos presentan.
¿A qué te dedicas tú? ¿Qué estudias o trabajas? Tal vez hoy se te presente la oportunidad de incursionar en alguna nueva rama del saber. Si ese es el caso, Salomón dice: ¡Hazlo! “Porque no sabes qué es lo mejor, si esto o aquello, si lo uno o lo otro es igualmente bueno”. Si Miguel Ángel no hubiese intentado pintar la Sixtina, hoy el mundo no gozaría de semejante maravilla.
No dejes pasar las oportunidades que se te presenten porque no sabes lo que te depara el futuro. Encara hoy el mundo con una mente audaz y atrevida, dando tu mejor esfuerzo en todo lo que emprendes. No sabes si hoy iniciará el proyecto cumbre de tu vida, tu “Capilla Sixtina”.