¿Cuál fue el primer milagro de Jesús?
“El encargado de la fiesta probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde había salido […]. Esto que hizo Jesús en Caná de Galilea fue la primera señal milagrosa con la cual mostró su gloria” (Juan 2:9, 11).
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- La pesca milagrosa.
- La resurrección de Lázaro.
- El agua transformada en jugo de uva.
¿Cuántos milagros has visto?
Quizás pienses que los milagros no existen o quizás experimentas un milagro cada día, pero no te das cuenta.
¿Sabes qué es un milagro? La palabra “milagro” en español proviene de la palabra en latín miraculum, que significa “maravilloso”.
Por lo tanto, un milagro es algo que nos maravilla, nos asombra y nos sorprende. Todas las maravillas que suceden en este mundo son extraordinarias y sobrenaturales. Que el sol salga todos los días es un milagro sobrenatural, que haya agua para que la gente de nuestro planeta pueda beber es un milagro, que los médicos hagan trasplantes de corazón es un milagro, ¡que tú hayas nacido es un milagro!
Si te detienes a pensarlo, seguro que encuentras muchos más milagros que suceden de forma maravillosa. ¿Pero sabes de quién provienen todos esos milagros? Sí, provienen de nuestro Creador. Sin embargo, los seres humanos no nos damos cuenta de que él hace maravillas cada día por nosotros.
¿Por qué lo hace? Porque nos ama y quiere que seamos felices.
Cuando Jesús vino a la Tierra mostró ese amor de forma que todos pudieran darse cuenta. Jesús realizó muchos milagros que impresionaban a todos. Jesús hizo que los cojos caminaran, que los sordos oyeran y que los ciegos vieran. Limpió a los leprosos, sanó a los paralíticos… Su amor y su poder hacía que todo tipo de enfermedad desapareciera. Jesús te hizo a ti y hace maravillas por ti cada día.
Haz un dibujo, en tu Diario de Oración, de algún milagro que hayas visto hoy, y compártelo con tu familia.