Jueves 02 de Febrero de 2023 | Matutina para Menores | Tiempo de reír

Tiempo de reír

“Sara pensó: ‘Dios me ha hecho reír, y todos los que sepan que he tenido un hijo, se reirán conmigo’ ” (Génesis 21:6).

Hoy quiero que reflexiones en que Dios cumple sus promesas; a su manera y de acuerdo a su reloj, pero siempre cumple. ¡Podemos estar tranquilos y felices por esto! Y nosotros que vivimos poco antes de que Jesús regrese por segunda vez tenemos la ventaja de estudiar la historia del mundo y darnos cuenta cómo Dios siempre ha cumplido su palabra. Solamente falta que ocurran los últimos acontecimientos de la historia del mundo, que terminarán con el regreso de Jesucristo.

En Génesis 18:12 leemos que Sara rio de incredulidad; en el versículo de hoy, su risa es de gozo al contemplar a su pequeño hijo en sus brazos. Los padres de Isaac estaban muy contentos por el bebé, y porque ahora tenían la seguridad de que serían padres de una nación, de la cual un día nacería el Salvador del mundo.

Los padres de Isaac esperaron 25 años. Mucho tiempo. Pero la recompensa no llegó solo al final de ese tiempo, sino durante los 25 años. ¿Por qué? Porque durante ese tiempo fortalecieron su fe y su paciencia. Decidieron vivir dependiendo de Dios y confiando en el pacto. Su experiencia puede compararse a la de un atleta que espera asistir a los Juegos Olímpicos. El atleta espera cuatro u ocho años para competir. Un día el sueño se hace realidad, pero cada día que transcurrió aprovechó al máximo sus entrenamientos. Nosotros esperamos a Jesús, y mientras tanto, crecemos en fe y en amor a Dios.

Si alguna vez te sientes desanimado o desesperado porque le pediste algo a Dios y aún no se cumple, acuérdate de los papás del bebé. Cuando la promesa se cumplió, llegó el momento de celebrar y reír. En ese hogar se celebró un gran banquete. Los días de tristeza e incertidumbre quedaron atrás.

No puedo imaginar cómo será el banquete y la alegría de quienes participemos con Dios en la inauguración del Reino eterno. Mientras tanto, podemos recordar la tercera estrofa del himno 412:

Todas las promesas del Señor serán

Gozo y fuerza en nuestra vida terrenal;

Ellas en la dura lid nos sostendrán,

Y triunfar podremos sobre el mal.

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