Papá y mamá
“Honra a tu padre y a tu madre para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da” (Éxodo 20:12).
¿Te ha pasado que sueñas despierto con el día en que Jesús vuelva y nos lleve al cielo? ¿Te has preguntado cómo será estar ante la presencia de Dios el Padre? ¿Cómo será poder charlar con Jesús cara a cara? ¡Qué emocionante! ¿Verdad? Ahora imagina que ya estás en el cielo y un día Jesús te llama para que hagas una tarea, un encargo especial para él. ¿Cómo le responderías? ¿Lo harías inmediatamente? ¿Tratarías de dejarlo impresionado? Todos tratamos de agradar a quien consideramos nuestro héroe, y Jesús lo será por la eternidad. ¡Qué placer será servirlo allá!
Mientras tanto, Dios nos dejó representantes en esta Tierra para que los obedezcamos y respetemos al igual que como estuvimos imaginando que lo haremos cuando estemos en el cielo. Piensa… ¿quiénes serán esos representantes? Son de carne y hueso… los vemos todos los días. Viven en nuestro hogar. ¿Ya adivinaste?
Los representantes de Dios en esta tierra ¡son nuestros padres! Sí, amiguito, con nuestros padres mostramos verdaderamente cómo reaccionaríamos con Jesús si lo tuviéramos cara a cara. ¿Te imaginas gritándole a Jesús? ¿O tratándolo con indiferencia? ¿Desobedeciéndolo y haciendo solo lo que a ti te parece? Bueno, hay muchos niños a quienes ni se les ocurriría hacer algo así con Jesús, pero no tienen ningún problema de hacerlo con sus padres.
Déjame decirte que si no respetas ni obedeces a tus padres aquí, es muy probable que tampoco estarás dispuesto a respetar y obedecer a Jesús, ni en esta Tierra, ni en el cielo. En el cielo, todos reflejaremos a la perfección el trato respetuoso y amable de Dios. Por ello, quiero invitarte a “entrenarte” para el cielo. Tienes la oportunidad de hacerlo cada día, en la comodidad de tu hogar.
¿Cuál es el secreto? Vuelve a leer el versículo para hoy. Honrar significa tratar con respeto, sin griteríos ni palabrotas. Honrar significa obedecer prontamente a tus padres, así como hacen los ángeles con Jesús. Y honrar significa velar por el bienestar de tus padres. Procurar hacerlos felices. Si haces todo esto desde ahora, ¡seguro que lo harás también con Dios!
Gabriela
