La escuela de Dios
“Cuando Moisés era ya hombre, salió un día a visitar a sus hermanos de raza y se dio cuenta de que sus trabajos eran muy duros. De pronto vio que un egipcio estaba golpeando a uno de sus hermanos hebreos” (Éxodo 2:11).
A pesar de que Moisés fue un alumno destacado en la mejor universidad egipcia, necesitaba aprender una lección fundamental para triunfar: la mansedumbre. Debía ejercer dominio propio y no actuar por impulso. Esa lección no la aprendería en ninguna escuela egipcia. La aprendería en el desierto.
Cuando Moisés tenía cuarenta años (Hechos 7:23) decidió visitar a sus hermanos y vio cómo un egipcio golpeaba despiadadamente a un israelita. Se sintió frustrado, no lo soportó y pensó que era el momento oportuno de manifestarse como el libertador. Se airó tanto que mató al egipcio. Al día siguiente volvió a visitar a sus hermanos hebreos y descubrió que la opresión no solamente era externa, de los egipcios a los israelitas, sino que los mismos israelitas vivían peleando entre sí. Cuando quiso pacificar al agresor, este le reclamó que no se entrometiera y le mencionó cómo había matado al egipcio el día anterior.
Moisés se sintió amenazado y no tuvo otro remedio que huir de Egipto. Llegó al desierto de Madián donde empezó una nueva y larga etapa en su vida; vivió cuarenta años en esa región. Durante ese tiempo se convirtió en pastor de ovejas, se casó, tuvo dos hijos. Probablemente pensó que nunca más se concretaría su sueño de regresar a Egipto y ver a sus hermanos libres. Pero Dios no se había olvidado ni de él, ni de Israel. En la escuela del desierto Moisés aprendió paciencia y confianza en el poder divino, y también fue un alumno destacado en estas materias. Pasados los años, la Biblia se refiere a él así: “Era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra” (Núm. 12:3).
Moisés fue transformado por la gracia divina. ¿Cuáles son las áreas de tu vida en las que necesitas cambiar? Dios nos ama, y cada día anhela prepararnos para mayores responsabilidades. Nos está preparando para cuando regrese por segunda vez como Rey de reyes. Quiere transformar nuestro carácter y hacernos nuevas personas en él. No importa cuál sea tu debilidad, tú también puedes destacar en la escuela de la fe.
